Fátima Florez está viviendo un presente inigualable. La artista la rompe con su obra teatral en Mar del Plata y además, desde hace un tiempo tomó un protagonismo muy especial luego de hacer público su noviazgo con Javier Milei, que se trasformó en el Presidente de la Nación
En la noche de este sábado 3 de febrero, la rubia visitó el programa de La Noche de Mirtha y contó más detalles de su relación con el economista: “Ahora está llegando. Enseguida salgo y voy a recibirlo al hotel. Muchas personas me preguntan si mi vida cambio y yo siempre digo que mi vida sigue siendo la misma porque sigo haciendo teatro, ensayando, haciendo obras de teatro y preparando nuevos personajes”.
En ese momento, Marcelo Polino que se encontraba ahí en la mesa, contó una perlita y opinó: “Voy a meter un bocadillo. El día anterior a la asunción del Presidente -contrariamente a lo que pueda pensar la gente que ella podría estar llena de asesores y peluqueros- estaba ensayando conmigo desde hacía 7 horas y le dije que se fuera a su casa”.
Luego, ella reflexionó: “Sabes que el mejor termómetro que una persona o un artista pueda tener es la calle y yo soy de salir mucho. Pero a la salida del teatro, todo, son muchas muestras de cariño. Si hay una palabra que resuena del público es ‘esperanza’. Hay muchos abuelos que me dicen que se acercaron a Milei por sus nietos”.
LA RELACIÓN DE FÁTIMA FLOREZ Y JAVIER MILEI
Su compañero, Polino indicó también que ella está “como una quinceañera hablando todo el día por teléfono” y fue ahí cuando ella confesó: “Yo siento que volví a nacer. Realmente estoy enamorada. Estoy sintiendo cosas que nunca había sentido y encontré una persona con la que siento que con solo mirarnos nos entendemos”.
“Nunca nos peleamos. Cuidamos mucho el vínculo entre los dos, además es una relación muy nueva, porque estamos desde julio. Solo hacen 7 meses”, destacó ante la pregunta de Mirtha, quien le consultó si alguna vez se habían peleado.
Finalmente, expuso que “le gustaría ser madre” en algún momento, pero que antes de casarse le gustaría seguir compartiendo esa “espiritualidad” que ambos sienten.
