A primera vista todo es verde. El buzo que lleva puesto, lo que se ve por debajo aunque no se advierte si es el cuello de una remera u otra cosa, el pasto y hasta las hojas que caen de los ábroles. Apenas desentonan el pelo –que está rubio, o ceniza–, un enorme logo blanco y una pileta donde el agua se ve celeste por sus paredes pintadas. Pero de pronto todo se pone gris en el video de Fede Bal, como el cielo plomizo que se cuela en el fondo.
El actor se sienta frente a una cámara y arranca. Sale a hablar por todas las versiones que circularon alrededor de su salud. Lamentablemente, confirma las peores. Con cojones, valiente como pocas veces se recuerde en la historia de la farándula, Fede, el hijo de la querídisima Carmen y del inolvidable Santiago, reconoce que tiene cáncer de intestinos. Así, sin medias tintas. A los 30 años, en lo mejor de su vida.
Cuenta que está bien rodeado, confiesa que necesita cariño, aconseja hacerse estudios, asegura que dará pelea y promete que volverá mejor persona. Piensa en verde, el color de la esperanza, justo como el buzo, lo que no se sabe qué es, el césped y las plantas. Justo cuando todo se pone oscuro. Play…
“Buenas, gente, hago esto porque en en los últimos días se dijeron muchas cosas y me llueven los mensajes en el teléfono. Y así como a veces hace bien sentir que uno le importa a los demás y se los agradezco, otras veces se pone un poco intenso. Entonces, como necesito salir un poco de la locura y entrar en una etapa más serena”, arrancó Fede.
Después vino lo peor. “Hace unos días me hice unos estudios, una colonoscopia y una endoscopia, y salió mal. Me encontraron diez pólipos. Me los sacaron y me mandaron a hacer una biopsia de un tumor. Mientras esperábamos los resultados se hicieron otros estudios, que esos sí, dentro de todo, dieron bien. Pero el sábado nos entregaron la biopsia del tumor, y dio que es maligno. Entonces, tengo cáncer en el intestino. Me estoy amigando con algunas palabras que suenan muy fuerte, tengo que asimilarlas”, dijo, directo y visceral.
Después habló de su edad. “Soy joven, sí, tengo nada más que 30 años. Pero cada vez hay más casos de gente de nuestra edad a la que le pasa lo mismo. Quiero aprovechar también para pedirles que se hagan los estudios. Análisis de sangre, y otros, que les permiten a los médicos actuar de mejor manera y con más posibilidades de sacar el caso adelante. Lo cuento también por eso, para ayudar a que los jóvenes se decidan a hacerse los estudios. Si esto lo agarrábamos en unos años iba a ser más dificil el tratamiento”.
¿Cómo será, precisamente, el tratamiento? Así: “Voy a comenzar un proceso de quimio, rayos y pastillas por seis semanas. Voy a tener fe. El equipo de médicos que me va a tratar es muy bueno. Existe la posibilidad de que se vaya. Y si no se va, habrá que operar. Voy a desaparecer de la tele, el teatro y las redes. Les pido que entiendan eso”.
“Soy fuerte”, contó Fede, pero enseguida admitió que “éste es un cachetazo importante que me dio la vida”. Aún así, remarcó: “No tengo miedo, ni a la enfermedad, ni a la muerte. No me estaba haciendo bien la vida que llevaba, mirando tanta tele y tan metido en las redes sociales. Cuando esto pase voy a volver mejor. Agradezco la preocupación. Ahora sólo queda que me acompañen y que no se preocupen de más. La vida es muy linda y voy a estar bien”. Ojalá en un futuro las cosas tengan otro color.