El caso paralizó al país, por la brutalidad, por la manera inhumana de atacar en manada a un adolecsente y por las múltiples pruebas que rápidamente se viralizaron en los medios. El asesinato de Fernando Báez Sosa conmovió, por eso se sintió una pequeña caricia con la condena a reclusión perpetua a cinco de los autores del crimen.
Tras el veredicto, Fernando Burlando, que se desempeña como defensor de la familia del joven asesinado, habló con la maraña de micrófonos y cámaras apostadas en las inmediaciones del tribunal de Dolores y lanzó una definición muy certera del “desmayo” de Máximo Tomsen.
Todo se remite a las imágenes que se mostraron de la lectura de la condena, tras la cual el encontrado culpable se recostó sobre la silla y las autoridades del recinto solicitaron atención médica por lo que podría interpretarse como un desmayo o una bajada de presión.
Burlando entabló contacto con la prensa y analizó sobre el dictado del tribunal: “Profesionalmente estoy conforme, son temas que generalmente no acaparan la atención de la Justicia, las riñas, y obtuvimos ocho condenas. Pero tengo un sabor extraño, estoy insatisfecho, desencantado, por el beneficio que le dieron a estas tres personas que consideraron como partícipes secundarios del crimen”.
Cuando un cronista le consultó respecto al problema de salud aparente de Tomsen, Fernando no dudó en exclamar, movilizado por la indignación y la bronca: “¿Parece que Thomsen se desmayó? Así le pegaron a Fernando; desmayado”.
Luego, la pareja de Barby Franco, que se mostró orgullosa de su novio, aportó más detalles de su visión de toda la condena y aseveró: “Este fallo pudo haber sido bisagra para la sociedad argentina y si tenemos una justicia que es contemplativa, una contemplación que no tuvo Fernando cuando pedía en su suplicio clemencia, la justicia así no es justicia”.
"¿Parece que Thomsen se desmayó? Así le pegaron a Fernando; desmayado", lanzó Burlando.