En los últimos años, Flavio Mendoza (45) logró muchos objetivos. Terminó de posicionarse con sus producciones teatrales, todas con éxito en cantidad de espectadores y en repercusiones de crítica. Volvió a la televisión desde un rol destacado, como jurado de un certamen de baile, la profesión que lo vio nacer y crecer. Y se convirtió en papá de Dionisio, de un añito, con quien comenzó a armar su propia familia, más allá de sus hermanos y parientes que forman parte de su mapa afectivo.
Pero el director creativo tenía una asignatura pendiente que tiempo atrás le trajo varios dolores de cabeza: el amor. Si bien el año pasado había intentado abrirse al sentimiento y darle una chance a la vida en pareja, el coreógrafo terminó la relación al descubrir que su compañero “coqueteaba” con otros hombres. Apesadumbrado por la situación, por esas vivencias y descubrimientos que nadie querría transitar, “cerró” su corazón. Pero el destino le tenía preparada una nueva oportunidad, que llegaría, en primera instancia, bajo el mote de amistad.
Trucos de unión. El verano pasado, Flavio y Martín Mernard, oriundo de Río Tercero, se conocieron en Córdoba. El productor transitaba una de sus tantas temporadas en Carlos Paz cuando, dedicado al trabajo y a su hijito, organizó una producción de fotos para promocionar su marca de ropa y perfume. Y contrató al modelo para que luciera las prendas.
Entre pose y pose, pegaron buena onda y eso inició un proceso de conversaciones compartidas. Después, con el correr del tiempo, forjaron una linda amistad en la que cada uno expuso su historia de vida, no había ningún secreto entre ellos. Por entonces, el mannequin estaba en pareja con una mujer y tenía una hija, Francisca, de cuatro años.
Y, al momento de terminar su relación, hacía poco se había enterado de que iba a volver a ser papá, en esta ocasión de un varoncito. Todo eso lo supo siempre Mendoza, con lujo de detalle. En consecuencia, al momento de arrancar el romance con Martín, ambos sabían “donde estaban parados”. Y apostaron al amor…
¡Love history! Desde fines del año pasado, el rubio y Menard están juntos. Incluso sus hijos se conocen y comparten cual familia ensamblada y se llevan como todos los niños: juegan, corren, pelean, se disfrutan. Y sus papás, chochos con la buena onda que hay entre los nenes, otro de los motivos que los hacen sentir que tomaron la decisión correcta.
“Martín es un bombazo. Pero más allá de lo físico, me gusta que él también es papá y tiene una sensibilidad especial. Para la edad que tiene (25 años, se llevan 20 de diferencia) es muy centrado y muy laburador. A esta altura de mi vida me doy cuenta cuando alguien se acerca por interés o no… A Martín lo voy a apoyar en todo lo que pueda porque se lo merece. Si el día de mañana no llegamos a estar más juntos, igual seremos amigos…”, adelantó Flavio.
“Es una relación sana. Disfrutamos del momento, la pasamos bien y es lo que vale. Flavio es una persona increíble, ayuda a mucha gente. Hay que conocerlo en persona para ver la clase de gente que es. Es una persona humilde”, definió Martín, con notable admiración.
Tal vez, con el correr del tiempo y la relación aún más afianzada, Mendoza y Menard puedan planear una convivencia y compartir la paternidad. El artista no descarta la posibilidad de volver a traer otro niño al mundo. “Me encantaría tener otro hijo, pero necesito pasar un tiempo de disfrute con Dionisio porque tuve que ser papá y mamá a la vez. Dormía toda la noche sentado en la cama y necesito que el nene tenga una edad más avanzada”.