Se terminó, no hay vuelta atrás. Después de un matrimonio con muchos vaivenes, etapas de distanciamiento y otras de amor puro, Floppy Tesouro confirmó públicamente que se separó de Rodrigo Fernández Prieto.
La modelo intentó poner sobre la mesa una ruptura armoniosa, tras una decisión adulta de la pareja, no obstante también instaló la posibilidad de una tercera persona que actuó como detonante, por eso se focalizó la lupa en Silvina Luna, a partir de compartir las vacaciones con el empresario en Panamá.
No obstante, la ex Gran Hermano gritó a los cuatro vientos que esa teoría no contenía ningún atisbo de verdad. Así como Floppy confirmó que la ruptura se concretó en buenos términos.
Claro que en las últimas horas, Tesouro llevó a cabo una revelación particular, que se vincula con su hija Moorea y el divorcio. En su visita a LAM, en lo que se erigió en la primera aparición pública tras el fin de su matrimonio, la mediática describió su extraña decisión.
"Morea está muy bien. Tiene cuatro años. Estoy esperando a que Rodri vuelva de las vacaciones para comunicárselo juntos", reveló Tesouro.
"Morea está muy bien. Tiene cuatro años. Estoy esperando a que Rodri vuelva de las vacaciones para comunicárselo juntos", confesó Floppy sobre su pequeña.
En cuanto a su semblante en este trance siempre complejo de culminar una relación, la famosa narró: "Separada, obviamente un proceso difícil, de muchos meses. Con una hija de por medio, así que fui muy cautelosa. Me llamé bastante al silencio".
A la hora de aportar detalles de la dinámica del vínculo con Fernández Pietro, Floppy sostuvo: "Tenemos muy buen vínculo. La verdad que tenemos muy buen vínculo, muchos años, mucha confianza. Hablamos civilizadamente”.
Para cerrar el tema, la morocha reconoció que el divorcio le afectó por sus creencias y exteriorizó: “Pero no deja de ser un momento difícil que hay que afrontar, porque yo soy muy susanita y cuando uno se casa es para toda la vida".
