Para Flor de la Ve (44) el año fue largo, intenso y muy pero muy cargado. ¿Su principal motivo? ¡El trabajo! Todos los días conducía un magazine por las tardes, participaba como jurado de un programa de moda y diseño, ensayaba casi todas las semanas distintas coreografías, y por las noches participaba del Bailando. A diciembre llegó con la convicción firme en sus actividades pero, claro, muy cansada.
Y antes de arrancar la temporada de verano tenía una decisión tomada: disfrutar de su familia. Si bien aceptó la propuesta de encabezar La fiesta inolvidable, en el Teatro Corrientes, lo hizo bajo la condición de que fuera el único compromiso para el comienzo de 2020. Lejos de las actividades y la rutina que implica lo laboral, la diva se propuso disfrutar de Paul e Isabella, sus dos hermosos hijos de ocho años –en agosto cumplen los nueve–, con su esposo, Pablo Goycochea.
Y, sin margen alguna para la duda, la actriz lo respeta a rajatabla. Se dedica todo el día de lleno a compartir con su clan, que pasados los primeros minutos del mediodía se instala en la playa, siempre y cuando el sol se imponga en La Feliz. La dinámica se repite todos los días porque la idea es aprovechar al máximo la posibilidad de estar cerquita del mar.
Vacaciones para ellos, disfrute para ella. Para los peques, sin duda, es una de las etapas más lindas del año. No sólo porque no se tienen que levantar temprano para ir al colegio y dedicarse de lunes a viernes al estudio, sino que pueden compartir tiempo y calidad con su mamá, y ella con los amores de su vida. Con heladera en mano, cartas y hasta tabla de surf, mamá, papá e hijos se instalan en Honu Beach, al lado del Faro, uno de los paradores del sur más elegidos por los famosos en esta temporada 2020 para disponerse a la recreación hasta que el sol se oculta.
Flor y Pablo, los adultos, eligen dónde quedarse, bien cerquita de la orilla para controlar lo que hacen sus hijos. Y Paul e Isabella se terminan de alistar para practicar uno de los deportes que más les gustan: surfear. Desde el verano pasado, ambos aprenden todo lo que hay que saber a la hora de pararse en una tabla, acompañados por amiguitos que van conociendo y secundados por profesores. Y si bien De la Ve y Goycochea transitan la tarde a puro descanso mientras disfrutan de lo que hacen los chicos, también les gusta participar de la actividad.
En consecuencia es común verlos chapoteando o alentando con abrazos y palabras elogiosas a sus hijos. Incluso, la conductora en algunas oportunidades se anima a practicar el deporte a la par, por un ratito. Y también la pareja le hace honor al tiempo de compartir con grupitos de amigos o parejas afines, a los que invitan a pasar el día con ellos y juegan a los naipes, aparte de charlar, hasta las siete de la tarde, cuando parte para el teatro. ¡Sin duda, Flor y los suyos están pasando un flor de verano.