Saltó definitivamente a la escena grande la trascendencia pública con el título en el Bailando por un sueño. Flor Jazmín Peña la rompió en la pista junto Nico Occhiato, así como ingresó en el corazón de millones de argentinos por sus confesiones. Ahora vuelve a demostrar su calidad humana, la que ya enseñó en diversas oportunidades.
La bellísima, y talentosa, bailarina suele mostrarse sin tapujos, sin filtros para exhibir sus sentimientos. Esa honestidad tierna, así como concienzuda con sustento discursivo. En esa línea había confesado al aire del programa más visto de la televisión su orientación sexual abierta.
Aquella confidencia le trajo aparejado algunos problemas en el seno de su familia, así lo detalló en su momento: “Muchos se sorprendieron, tanto amigos como parte de mi familia que no lo sabían. De hecho, la mitad de mi familia no me habló más”.
Muy activa en su perfil de Instagram, con más de un millón de seguidores, la artista se muestra muy cercana, abre las puertas de sus pensamientos, sus miedos, sus logros y mucho más. Hace unos días posteó dos fotos muy bonitas, junto a su hermana menor, Rocío.
Además de las imágenes, Flor escribió un mensaje con mucho valor, que refiere a la particularidad de su familiar. “A mí me tocó el rol de hermana mayor, pero está claro quien vino a enseñarle a quien”, redactó la bailarina.
La sensibilidad de la publicación refiere al retraso madurativo de Rocío, lo cual lo afronta con mucho amor y deja en claro que no implica una complicación, al contrario, lo considera una posibilidad de expandir los horizontes del aprendizaje.
El efecto de ese posteo fue altamente positivo, ya que recibió más de ciento veinte mil likes y casi quinientos comentarios. La mayoría de las devoluciones hicieron referencia al amor que transmiten las fotos, así como un gran porcentaje le agradeció su reflexión y le brindó su apoyo.