La cuarentena le despertó las ganas de adoptar a muchos famosos. Y Flor Jazmín Peña, que arrancó el aislamiento con Magalí Tajes pero luego volvió a vivir sola, se decidió por un gatito.
La hermosa y tierna mascota en colores gris y blanco llegó hace pocos días a su casa, en pleno corazón de Capital Federal, y revolucionó la rutina de la bailarina, que rápidamente la llamó Budín.
No solo porque la panelista de Todo puede pasar -los domingos a la noche, por El 9-, está muerta de amor por el animalito, sino porque se “adueñó de mi y de todo mi cuerpo”.
La campeona del Bailando 2019 aprovecha sus días sin actividad, salvo los domingos que va al vivo con Nico Occhiato, para ver crecer al felino. Con él no sólo comparte las comidas: también le dedica largos ratos de mimos en un coqueto sillón que ahora comparten, y además se sorprende por como Budín recorre todo su cuerpo, a modo de juego y entretenimiento
“Yo no sé si en mi infancia reclamaba tanta atención como me estás reclamando vos, Budín”, cuestionó la artista, en voz alta, a modo de simpático comentario, mientras se preparaba mates.
A la hora de irse al canal de Palermo, para que Budín no se quede solo porque es chiquito, Flor se lo deja a una vecina, que le pidió especialmente hacerse cargo de su cuidado, cuando ella no pueda tenerlo.
“¿Qué es este pensamiento tóxico? Creo que son las hormonas pos parto, cosas que suceden cuando una es madre”

“Al otro día del programa, cuando lo fui a buscar, lo vi feliz y pensé: "¿y si ahora la quiere más a ella que a mí?", se planteó, preocupada. Y acto seguido, la actual campeona del concurso de baile de Marcelo Tinelli reflexionó
:“¿Qué es este pensamiento tóxico? Creo que son las hormonas pos parto, cosas que suceden cuando una es madre”, se auto-adjudicó, haciendo un paralelismo con las mujeres, en sus primeros tiempos después de dar a luz. Flor ya tiene con quien dormir todas las noches, esté en pareja o no