A pesar del glamour, de las comodidades, de todo el brillo que emana Miami, Stefi Roitman y Ricky Montaner eligieron otro destino para cumplir el sueño de su boda. La velada más anhelada ocurrió el sábado, pero lejos de esas cálidas tierras norteamericanas.
La influencer y el cantante residen en esa ciudad de Estados Unidos, al igual que el resto del enorme clan Montaner. En ese aspiracional lugar del mundo vivirán su historia juntos, con los proyectos que elucubrarán a futuro, pero el casamiento lo organizaron en Argentina.
Esto se confirmó un par de días antes, lo que causó una sorpresa mayúscula, por todo el hermetismo que le imprimieron al evento. Una tendencia que se agudizó con la prohibición a los invitados a utilizar el celular. Todo muy extraño, aunque luego se entendió el motivo: le vendieron el acceso a su boda a una plataforma para realizar un reality.
Otra de las aristas polémicas, que despertaron controversias se centró en el trato a la prensa. El lugar se encontraba a varios kilómetros de Capital Federal y los novios le negaron el ingreso al predio, los ubicaron a pleno rayo de sol y apenas le brindaron un poco de comida para esas extensas horas de cobertura.
Todo esto originó críticas, como la que esbozó Flor Peña en su ciclo de Telefe, donde lanzó una concepción dura contra Stefi y Ricky: "Si vas a hacer un gran casamiento, y la prensa es parte de tu historia, parte de tu vida, hacer tanto quilombo para despistarlos es peor, porque hasta te ponen helicópteros".
En la misma sintonía, Marcelo Polino se quejó: "Aparte, hubo mucha crítica de la prensa porque hacía mucho calor y no les habían puesto ni una sombrilla. Aparte, les pusieron unos sandwiches de miga que se levantaron las puntas".