En Gran Hermano hay roles arquetípicos en los que sus participantes siempre “encajan” y en eso radica el éxito del reality. Y con el correr de los días, Florencia Cabrera se dio cuenta de que el devenir de la convivencia la estaría llevando a un lugar que no quiere ocupar: el de la “gorda mala”.
Así se lo blanqueó Flor a Furia en estos días, mientras hacían ejercicio en las bicicletas y se descargaban sobre el clima enrarecido en la casa tras la última gala de nominación que dejó a la modelo curvy en placa y que terminó con Williams López afuera.
"Lisandro debe creer que yo lo voté porque ni me mira...", dijo Florencia sobre Licha, amigo de Sabrina y con quien la morocha compitió en la votación. Acto seguido, Cabrera apuntó a la contadora: "Entiendo que para los televidentes ella tenga mejor ort... que yo. Lo re entiendo”.
Y mirando a una de las cámaras, la jugadora agregó: “Quiero que sepan que me da mucha bronca. Ya que me puedo ir, voy a decir todas las verdades, Gran Hermano. Estoy muy enojada. Y sí, mirame las tetas, acá están”.
EL DESCARGO DE FLORENCIA CABRERA EN GRAN HERMANO
“Soy una persona de valores y pensé que eso iba a ser bueno y ahí me equivoqué. Sabrina juega con los pibes. Esa cosa de estar calentando la pava. La otra, Isabel, también hace lo mismo. Entonces, ¿de qué hablamos?”, siguió Flor, indignada.
"Usan su cuerpo, nomás", comentó Furia, y la otra sumó: "Es cualquier cosa, ese no es el tipo de mujer que me representa. Estar refregándole la pi... a los chabones no me copa". "Aprendí ahora que me chupan todos un huevo. Yo realmente siento que represento algo acá. Y no quiero ser la gorda mala de Gran Hermano”, cerró.