Esta semana, Antonio Laje fue denunciado por maltrato laboral y acoso por quienes fueran sus compañeras. Las primeras en alzar su voz y hablar sobre el infierno que fue trabajar con él fueron las periodistas Eugenia Morea y Sandra Igelka y la nutricionista Fiorella Vitelli, y cada vez son más quienes se animan a hacerlo.
El escándalo escaló de tal manera, que ayer Laje abrió el programa Buenos días América con un descargo en el que dijo estar viviendo una pesadilla, rompió en llanto y diferenció maltrato de “exigencia”, defendiéndose de los fuertes testimonios que lo señalan a él y a otras personas de la producción.
Luego de esa aparición, las mujeres que se animaron a contar su repudiable experiencia dieron más detalles a La Nación de todo lo que atravesaron en su día a día con el periodista de América y A24 que no habló de “acoso” al referirse a las acusaciones.
“Me sorprendió que haya llorado, que se haga la víctima cuando las víctimas somos todas nosotras. A todas nos acosaste y hay pruebas”, dijo Eugenia Morea, que trabajó durante un año como productora en el programa de Laje en América.
“Fue un año con maltrato, un año con acoso, no solo de él, de su productora (Ximena Xanthopoulos) también. Me decía que era una inútil, que no aportaba nada al programa. Cuando me llamaba a la oficina para retarme, iba temblando. Delante de todos me gritaba, me humillaba”, recordó.
“A mí me acosaba. No podía ir al piso porque le tenía miedo. Era todo por mensaje, me tiraba onda. Yo no sabía cómo zafar. Yo necesitaba laburo, soy de Moreno, no tengo parientes en el medio, hice mi camino sola y me costó. Y este tipo como no accedí a tener sexo con él, me bajó. De un día para el otro”, siguió.
Morea contó que cuando la echaron por no acostarse con el periodista, le mandó un mensaje: “‘Me echaste, nomás’. Me dice: ‘Sos joven, vas a conseguir trabajo’. Tenía 25 años. Hay complicidad ahí”, indicó.
"Me acosaba por mensaje, me tiraba onda. Como no accedí a tener sexo con él, me bajó. De un día para el otro”, dijo Eugenia Morea.
¿Por qué no lo denunció en ese momento? “Si hablaba no trabajaba más. Estuve un año sin laburo, un año de terapia, de no poder hablarlo. Salté ahora porque no puede seguir pasando. Vi lo de Fiorella (Vitelli) y me animé a hablar. Fue muy frustrante para mi carrera. Todavía tengo la espina. Él nos destruyó a nosotras”, añadió.
“Nosotras no queremos destruir a su familia, queremos que se diga la verdad. Estoy acostumbrada a que me exijan, pero el maltrato es otra cosa. Siempre fue terrible laburar con él, fue de mis peores experiencias en la tele”, siguió Eugenia.
Sandra Igelka estaba hace diez años en América cuando llegó Laje como gerente de Noticias y conductor. “Fue en ese marco que me pasó de todo, con episodios de maltrato en reuniones, me acorraló en el lugar. No tenía escritorio, ni silla, ni computadora, ni función, ni nada. Con él empezó mi infierno”, relató.
“Era un momento en el que el canal estaba virando su política editorial, pero está mal buscar la causa porque alguien te maltrata. Traté de armar otras cosas, hice otros programas y el tipo me iba sacando de todo. Mauro Viale me pedía ir al programa y él me lo prohibía”, contó Igelka a La Nación.
Lo que vivió fue una pesadila: “De las reuniones se iba pateando la puerta y diciéndome: ‘Vos eso no lo hacés’, ‘Vos estás loca’. Me costó terapia, enfermarme mal. Fui a abogados, pero no había opción, si hacía la denuncia judicial me quedaba sin trabajo. Además, quedás como el problemático para los medios”.
La nutricionista Fiorella Vitelli, una de las primeras en hablar en redes cuando Ángel de Brito advirtió que María Belén Ludueña se iba de Buenos días América por maltrato, aclaró que la violencia, la agresión y el abuso de poder es algo generalizado dentro del ciclo.
"No tenía escritorio, ni silla, ni computadora, ni función, ni nada. Con él empezó mi infierno”, señaló Sandra Igelka.
“No es solo Antonio Laje. Quiero que quede claro que la productora ejecutiva está a la altura o peor y también hay una persona más. La productora le dice a la gente que está gorda, ha mandado a compañeras a cambiarse por estar gordas”, precisó.
Así lo explicó: “Todo se rige desde el miedo. Te generan miedo todo el tiempo. Todo muy perverso. Entre ellos se maltratan un montón. Eso me parecía muy fuerte”. “Me callé por miedo a perder oportunidades laborales. Al final, me callé y perdí todo igual”, cerró Vitelli.