Pataleó, insultó, gritó y se la pasó exclamando que alguien cometió fraude. Tras convertirse en la sexta jugadora de Gran Hermano eliminada en el tramo final, Furia se encargó de vociferar que la engañaron, que su salida fue orquestada por una mano negra.
Su estilo combativo y soez también precipitó la decisión de Telefe de romper el lazo contractual y desprenderse de su figura, aun con las posibilidades de sacarle rédito con movidas publicitarias y demás. Por eso, Juliana Scaglione quedó boyando, sin un espacio laboral en los medios.
En ese contexto difuso, la doble de riesgo se sumó al streaming de Alex Caniggia, pero esa dupla que prometía atrapar la atención de los usuarios terminó en una clausura, una determinación de bajar las persianas por la escasez de clicks y por ende de sostén económico.
Juliana se despidió con el hijo de Claudio Paul Caniggia a los gritos y con improperios de todos los colores, un rasgo de personalidad que compartía con el hermano de Charlotte Caniggia. Así se activó la duda, la incógnita respecto a los siguientes pasos de Scaglione.
FURIA CONFIRMÓ SU FUTURO LABORAL
A través de una 'casual pregunta' en su Instagram, Furia describió las ideas que baraja para alimentar su realidad financiera, tras no poder recabar ningún premio de Gran Hermano. Así, Scaglione comentó: “¿Cuándo volvemos a verte, reina? Me ven todos los días. Estoy acá en las redes".
Y añadió: "Ya les dije que voy a tener tres días para streamear en TikToks y seguramente también en YouTube y todo eso. Recuerden que ya había armado el canal y además, así que take it easy”. Y trató de imprimirle un poquito de misterio a vociferar: “¿Dónde vas a estar ahora? ¿Qué pasa después de Carajo? Sorpresa, cariño. No se puede decir nada. Nothing, nothing, nothing”.