Cuando la Patagonia se resfría, Buenos Aires estornuda. La frase no es así, pero vale para el caso: si en el sur soplan vientos huracanados, en la gran ciudad tiembla cualquier estructura. Hasta la más pomposa. Neuquén es una provincia pujante. Desde que se descubrieron los yacimientos de Vaca Muerta algunos la consideran la llave que abrirá las puertas de una mejor vida para la Argentina.
La actividad petrolera es clave, tan importante como la turística (Villa La Angostura y San Martín de los Andes son dos paraísos que merecen ser visitados por todos los seres humanos que habitan el mundo), la agrícola y la de los vinos. Quizás le falta un equipo fuerte de fútbol, pero con Cipolletti cerca digamos que equilibra. A esas tierras esteparias y ventosas donde, por ejemplo, el popular Turismo Carretera acaba de definir su campeonato en favor de Agustín Canapino, viajó Gastón Pauls para dar una serie de charlas y conferencias en las localidades de Unión de Mayo, Andacollo y Loncopué.
Y las palabras del actor, reproducidas por el diario LM Neuquén, pueden provocar un cimbronazo en la ciudad de Buenos Aires. Porque el ahora predicador de la palabra de Cristo habló del vínculo de la droga con el ambiente farandulero.
“El enemigo es muy pesado. Cuando hablo del enemigo, me refiero a los que creen que no importa si un nene consume o no. En el medio donde trabajo la cocaína, el consumo de drogas y de mentiras está a la orden del día. El que hace negocios necesita que las caretas estén bien puestas”, remarcó el protagonista de la película El plan divino.
Dispuesto a hablar con franqueza, quizás liberado por estar ante una audiencia mayoritariamente joven, Pauls continuó con su alocución: “El que consume drogas, al que no lo hace le dice ‘careta’. En realidad, la careta es la droga y la mentira. Entonces, cuando uno sale a decir ciertas verdades, hay mucha gente que no le gusta. Entre ellos, un montón que manejan los negocios y los medios de comunicación. Los conozco, he consumido con ellos”, dijo.
Después, Pauls de alguna manera se consideró un pionero al recordar que “ya en 2008, cuando hice Todos contra Juan, les dije no crean todo lo que dicen los medios. La gente que me mira a los ojos sabe si yo miento o digo la verdad. Si siguen comprando info, mentiras, yo ni siquiera hablaría de mí, hablaría de ellos o de ellas. A mí no me interesa establecer una relación fluida con ellos. La última relación que me interesa promover es la que tengo con mis hijos, con mi pareja y con mi familia. Lo demás, más allá del poder que tiene, es virtual”.
Por último, según el artículo firmado por la colega Analía Castro para LM Neuquén, el galán puso como ejemplo “una frase de Malcolm X, que era bastante más jugado que yo en algunas cosas, que es: ‘Hay que tener cuidado con el poder y el valor que uno les da a los medios porque van a terminar amando al opresor y odiando al oprimido’”.
