El escándalo que se desató allá por el 2015 cuando Ariel Diwan irrumpió en el piso de Intrusos con los resultados de un ADN que le confirmaba que Ian, el hijo de Gisela Bernal, no era suyo, parece no tener fin. Es que si bien las aguas se calmaron y la justicia determinó que la casa que se disputaban era 50 y 50 aún quedan cosas que aclarar.
En realidad, el productor y la bailarina ya saben qué les corresponde a cada uno y, de hecho, fue el empresario quien pretendió comprarle a la artista de Bien Argentino su parte para cortar así con cualquier tema legal. Pero hay un item que, al día de hoy, el público se sigue preguntando qué pasó.
Es que en aquel momento, y en paralelo a los análisis de ADN expuestos por Diwan, se reveló el misterio cuando se supo que el verdadero padre del menor era Francisco Delgado, el joven que luego saltó a la popularidad y se consagró ganador de Gran Hermano.
Ahora bien, ¿cómo manejó Bernal esa interna familiar y el derecho de Ian a conocer su identidad? A la distancia de aquella bomba mediática, la bailarina se refirió al tema y explicó: “No mira ni pregunta. Su enfoque está en otras cosas, más de su edad, lo cual me pone muy contenta”.
COMO MANEJO BERNAL LA DOBLE PATERNIDAD DE IAN
“Todo ya está charlado, porque hemos hablado de todo, de repente me doy cuenta de que no lo necesita. Y si tiene inquietudes, viene, me plantea el tema y lo conversamos”, aclaró Gisela quien durante el verano se instaló para hacer temporada en Villa Carlos Paz.
Feliz con su rol de madre y apegada a su hijo, Bernal remató: “Siempre estoy y no tengo ningún drama en charlar lo que sea. Tenemos ese vínculo de diálogo desde siempre. Somos tan pegotes, que nos tenemos siempre e incondicionalmente. Si bien mi mamá está siempre presente, Ian y yo somos una sola cosa, como un bloque”.