Gran Hermano está pasando por un momento bisagra. Sus participantes están divididos en dos grandes grupos y cada vez la tensión crece más en el reality de Telefe. En esta ocasión, el enojo llegó porque uno de ellos escondió comida y no le informó a los demás.
Todo comenzó cuando Furia notó que el grupo denominado El Imperio estaba encerrado desde hace mucho tiempo en la habitación. La actitud fue demasiado sospechosa, por lo que dieron inicio a la investigación y notaron que faltaba vino que les dieron para Año Nuevo.
Para hacerlos salir y que los chicos se dieran cuenta que habían sido descubiertos, Catalina Gorostidi puso un pantalón de Lisandro Navarro en la puerta. Allí, los competidores se fueron del lugar y uno a uno fueron enfrentados por Juliana Scaglione que los esperaba en la cocina.
Los del Imperio no se quedaron de brazos cruzados y aprovecharon el tema del pantalón para armar una guerra. Martín Ku fue corriendo a contarle al asesor financiero de lo sucedido. Por su parte, Isabel De Negri fue a ponerle los puntos a Carla.
EL ENOJO DE LISANDRO NAVARRO POR SU PANTALÓN ROBADO
Lejos de dejarla pasar, Lisandro se mostró muy molesto por el robo a su pantalón. La broma no le cayó para nada bien. "Se metió en mi cuarto, abrió mis cosas y lo sacó. Eso es lo que más me rompe las bolas. Conté hasta 20 para no ir a buscarla y arrancar a los pelos, me da bronca que me toquen mis cosas", le dijo a Sabrina Cortés.
Tras esto, Navarro seguía masticando bronca, por lo que agregó: "Unas ganas de agarrarle la cabra, arrancarle la cabeza y dejarlo ahí". La rubia no quería calmar las aguas ni mucho menos, de hecho, buscaba el enfrentamiento con el otro grupo: "¡Ay si hacelo! pobre la cabrita, solo por la cabra".
