Mientras su hermana lucha día a día y se las rebusca para sobrevivir, Guido Suller disfruta de la buena vida en su nueva mansión ubicada en Pilar. El mediático se mudó recientemente a la lujosa propiedad que con honra y dinero propio se construyó.
Cabe destacar que el ex de Tomasito supo hacer del ambiente artístico una carrera en paralelo y a modo de entretenimiento, ya que de muy joven estudió y se recibió tanto de arquitecto como de comisario de abordo, cumpliendo con las horas de vuelo exigidas para poder jubilarse, lo cual, con el tiempo le dio sus frutos.
Pandemia mediante, y separado de quien supo ser su compañero de tantos años, decidió cambiar de aire… y de casa. Ya mudado e instalado en su nuevo e imponente hogar con salida al lago, Guido abrió las puertas de la propiedad y mostró cómo es por dentro la glamorosa vivienda.
Sentado desde la galería, Suller dialogó con Susana Roccasalvo a quien le enseñó su piscina sin fin, que desborda a una playa artificial que desemboca en la laguna que completa el paisaje soñado. Además, cuenta con un enorme panel de vidrio que da al living y desde donde cae una especie de cascada generando lluvia. “Estoy terminando la playa privada artificial. Es como South beach”, bromeó.
Pasando a la cocina, que está toda combinada en rojo y blanco, el mediático explicó que para la ambientación apostó a un estilo retro. Dentro de ese sector, el participante de El gran premio de la cocina incluyó un box, desayunador, banquetas, cuadros, una enorme mesada blanca y una mini huerta en un rincón.
"Estoy terminando la playa artificial privada", explicó Süller quien se mudo a una lujosa propiedad con vista al lago y yacuzi en las alturas.
Siuiendo con el recorrido por le interior de la casa, en continuado viene el amplio living con enormes ventanales y cortinados confesccionados especialmente en combinación con detalles de brocato negro, una tela súper sofisticada que suele utiulizarse para vestidos de alta costura.
Pasando a la planta alta la propiedad de Guido cuenta con dos cuartos, uno principal y uno de huesped. “No invito nunca a nadie pero tengo un cuarto de invitados. Y arriba también hay una sala de gimnasio que se puede ver desde abajo cuando está iluminada”, comentó el mediático.
Un detalle, o toque personal, es el yacuzi que diseñó en la parte alta pero sobresaliendo de la casa que asemeja una especie de balcón envidriado. Es decir, la bañadera está recubierta en paneles transparentes por lo que tiene vista al lago y lo mismo en el techo, que permite ver el cielo o las estrellas. Siendo un lugar especial, pero con poca privacidad.