La pandemia trajo aparejados muchos conflictos a nivel mundial, y es que además de crear un caos en la economía y especialmente en el sistema de salud, también dejó como consecuencia mucha angustia de distintas personas que no pudieron ver durante largos doce meses a sus familiares y amigos más cercanos.
Este fue el caso de Marcela Kloosterboer, quien tiene a su papá y a su hermano radicados en Estados Unidos, y con la valija en la mano y la ansiedad encima, tachó día por día hasta que los vuelos estuvieran autorizados otra vez y los aviones la llevaran por el cielo a reencontrarse con sus seres queridos.
Y, al final… Sucedió. La actriz emprendió viaje junto a su marido, Fernando Sieling, y a sus dos pequeños Juana y Otto. El comienzo del viaje fue por Miami, en donde saludó a su papá Peter, y continuó hacia Hawaii, para abrazar a su hermano Tomás, quien trabaja como administrador de un bar a las orillas del mar.
Pero no todo fue color de rosas, ya que a la vuelta de tan espectacular viaje y con las emociones encima de haber concretado su sueño, Marcela se encontró con un desastre en su hogar: paredes rotas, pisos a medio hacer y sin mueble alguno.
A sabiendas de que iba a estar algunas semanas lejos del país, Kloosterboer optó por dejar a los albañiles a cargo de su casa para que al regresar, tuviera por completo su espacio remodelado y pudiera comenzar a disfrutar de los cambios. Pero los tiempos no estuvieron de su lado, y al entrar se encontró con un desastre: “Acá llegué a mi casa y miren lo que es… caos. Bueno, supuestamente iba a estar la obra terminada para cuando llegara, pero no pudo ser. Así que a vivir en obra”.
Sin embargo, ya pasó más de un mes de su vuelta a Argentina y aún la modelo continúa luchando para que los albañiles concluyan las obras y abandonen su hogar con todo cumplido. Es por eso, que molesta y desesperada, Marcela decidió “jugar” en su cuenta de Instagram, y mediante varias stories compartió cómo es el ideal a concluir, y cómo está en la actualidad.
Claramente se notan las diferencias, ya que solo se puede apreciar cemento en las paredes y en los pisos de su cocina, y un cuadrado como abertura que servirá de espacio para colocar una ventana que deje una cálida vista al parque. No obstante, habrá que seguir esperando hasta que la “expectativa”, como la describió la actriz, supere a la triste realidad.
