Desde hace muchísimos años atrás, Damián Betular se consagró como el pastelero más reconocido de Argentina. Además de cocinarle a importantes personalidades y destacarse en el mundo de la gastronomía mundial, logró obtener el cariño del público y el reconocimiento popular con sus participaciones en los diversos realities como MasterChef o Bake Off.
Asimismo, en cada programa mostró su pasión por lo que hace y ayudó a innumerable cantidad de participantes con sus trucos, sus tips y revelando los errores que cometió él en el pasado cuando era un estudiante más de la carrera que con tanto anhelo eligió.
Además de recibirse en el Instituto Argentino de Gastronomía y haber tomado clases con el reconocido Osvaldo Gross, Betular confesó que en uno de sus primeros trabajos tuvo como jefa a Pamela Villar, su actual colega en Bake Off, y que decidió realizar diversos cursos en New York y Londres, aunque también tuvo un importante paso por México y Japón.
Gracias a su perseverancia, las puertas se le fueron abriendo de par en par y tiempo después logró quedar a cargo de la pastelería del Palacio Duhau, donde aún continúa al mando, lugar que lo ayudó a cocinar exquisiteces para personajes como Mick Jagger, Will Smith, Uma Thurman y Emma Watson, entre otros.
Pero no solo los famosos fueron los que tuvieron el honor de probar sus delicias y conocer los sabores argentinos con los que tanto trabajó, sino que en una ocasión, Betular recibió un encargo muy particular y quedó sorprendido con la dimensión de la torta y, por supuesto, con el valor final.
Y es que aquella pieza de arte costó nada más ni nada menos que 7 mil dólares y fue devorada por los invitados de una boda que quedaron anonadados con su presentación.
Según contó Damián, un matrimonio argentino y millonario le encargó como pastel de su casamiento una creación similar a la que se vio en el compromiso del príncipe William de Inglaterra junto a su actual esposa, Kate Middleton.
Asimismo, la fiesta era nada más que para 150 invitados, pero bajo la conducción de Betular, su equipo de trabajo -y él mismo- crearon una torta con 43 pisos de altura y más de mil rosas de pastillajes. Además, la misma llevó aproximadamente un mes de preparación.
“La señora que lo encargó quería una torta similar, con algunos retoques para adecuar la historia de la corona inglesa representada en cada piso, y adaptarla a nuestra tradición”, explicó en aquel entonces el reconocido pastelero.
¡Increíble!