El jueves 9 de febrero, Julieta resolvió usar su beneficio como líder de la semana de la casa de Gran Hermano de manera estratégica y no por afinidad. Así, cuando muchos pensaban que iba a salvar a su amiga Romina, Juli terminó salvando a Camila.
De esta manera, el próximo domingo Romi terminará midiendo sus fuerzas con Alfa, con quien en las últimas semanas tuvo tremendas peleas, y con La Tora, que luego de la nominación encaró a Disney y la puso incomodísima.
Y anoche, una vez más Julieta Poggio quedó recalculando cuando, luego de dejar en placa a la ex diputada, quiso hablar con ella y de su parte sólo recibió indiferencia y un corte de rostro que llenó de tensión el ambiente luego de esa jugada que algunos leyeron como una traición.
"Pensé que la iba a salvar a Romina. Pensé que iba a ser totalmente diferente. ¡No lo puedo creer!", se la oía decir a Camila, mientras Romina preparaba un puré de papas súper concentrada, con gesto serio y perdida en sus pensamientos.
"¿Podemos hablar un minuto? Te quiero decir algo", le dijo Poggio a Uhrig, y recibió el latigazo, una cortante frase que no se esperaba de parte de la “mamá” de la casa y una de sus más cercanas, al menos hasta ahora: “Estoy cocinando ahora, Juli. Después de que termine de cocinar".
"Bueno", fue todo lo que respondió la modelo y bailarina, antes de irse de la cocina, preocupada por la actitud de Romi que, sin embargo, no se mostró sorprendida cuando Juli anunció su decisión ante Santiago del Moro.
“Sé que Romi necesita este empujoncito de la gente y sé que lo va a tener, por sus valores y la hermosa persona que es”, dijo la jugadora, al comunicar que la morocha seguía en placa. ¿Y Romi cómo reaccionó? “Está bien, ella tiene que hacer lo que siente. Yo la quiero un montón igual. Yo quiero seguir”.
