Aunque hoy es una de las artistas más queridas del país, Soledad Pastorutti sorprendió al contar en Puro Show que en sus inicios no todo fue color de rosa. Con total sinceridad, la cantante recordó los momentos más difíciles de su carrera, cuando enfrentó el odio y el rechazo de ciertos sectores que no aceptaban a una mujer en el folklore.
"¿Vos te creés que nunca viví que me hayan tirado una piedra o me hayan puteado? Sí, todo" confesó sin filtro, dejando en claro que, pese a su éxito, no siempre fue bien recibida.
Uno de los momentos más impactantes de la entrevista fue cuando la Sole habló de los insultos y agresiones que sufrió en festivales donde predominaban los hombres. "Iban a los shows a veces a bardearme, a putearme… Y hoy algunos de ellos son casi mis amigos" contó con una mezcla de sorpresa y resignación.
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La artista explicó que en sus comienzos, el folklore era un género dominado por varones, y su irrupción con un estilo enérgico y su famoso poncho generó rechazo en ciertos sectores."Los festivales a los que iba eran muy machistas. El folklore era de los hombres, yo era una nena y revolvía el poncho, algo inusual en esa época" explicó el panel de Puro Show.
LAS CRÍTICAS DE LOS HOMBRES A SOLEDAD PASTORUTTI
Pastorutti recordó que la época en la que más hate recibió fue durante su adolescencia, cuando aún no existían las redes sociales. "Mi peor edad fue la adolescencia, pero en ese momento no había redes… Me mandaban cartitas", reveló.
Con el tiempo, comprendió que muchas veces las críticas venían desde la ignorancia y el prejuicio, pero no fue fácil: "A mí me costó mucho entenderlo en ese momento", admitió.
A pesar de los ataques y la resistencia, la Sole se impuso con su talento y logró cambiar la historia del folklore. "Popularizó el folklore y le ganó al hombre que hacía folklore. Mostró la bandera de que una mujer podía cantar muchísimo mejor que un hombre", analizaron en el programa.
Hoy, su imagen está ligada al poncho, un símbolo que alguna vez generó burlas, pero que terminó convirtiéndose en su sello personal. "Todos tenemos un poncho, y cuando lo movemos, es por la Sole", afirmaron con orgullo.
Los ataques, las piedras y los insultos quedaron atrás. Soledad Pastorutti no solo resistió, sino que se convirtió en un ícono de la música argentina. "El talento de la Sole habló por sí solo", concluyeron en el programa.
Hoy, a sus 45 años y con casi tres décadas de carrera, sigue llenando escenarios y demostrando que el folklore también es territorio de mujeres.
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