El coronavirus continúa trastocando los comportamientos de la sociedad, a raíz de las dificultades para reactivar diferentes industrias, incluso situaciones muy necesarias como la educación y el deporte. Claro que no hay una receta, ni un procedimiento comprobado.
En esa línea, Rodolfo Barili y Cristina Pérez saltaron de ira por la mantención de las puertas cerradas en los colegios privados, más allá de las aperturas paulatinas de algunos establecimientos públicos. Claro que el detonante para su opinión fuerte se basó en la habilitación de la feria La Salada y esa comparación con lo educativo.
Con un discurso algo emotivo, o que buscó tocar las fibras íntimas, Cristina expresó: "El colegio es parte de la vida, de las emociones... De las experiencias que recordamos y atesoramos. También, de las esperanzas de un futuro... Del momento en el que aprendemos a convivir con otros, diferentes a nosotros. Aprendemos de la amistad, lo que significa recibir de los maestros las experiencias de la vida para soñar con lo que queremos ser".
"No hubo un plan para sostener y acompañar a los colegios privados", bramó Barili.
La periodista focalizó en las complicaciones que transitan los alumnos y los maestros, que reclaman hace meses por el retorno a las actividades, y soltó: "Eso es lo que se termina con estos cierres. Es un drama de muchas familias y docentes. Sienten que nadie los está teniendo en cuenta".
En ese punto, Rodolfo apuntó directamente contra las autoridades gubernamentales, desde nacionales hasta municipales, para exclamar su indignación. Así, el comunicador exteriorizó: "Sumale los chicos, que estuvieron todo el año en casa y perdieron a sus amigos. Los van a perder, ¿quiénes tienen la capacidad de sumar colegios enteros en algunos de los barrios de Buenos Aires? No hubo un plan para sostener y acompañar a los colegios privados. A los padres también se les complicaba pagar la cuota porque estaban sin trabajar, era parte del contexto... Pero no hubo un plan para sostener".
"Es un drama de muchas familias y docentes. Sienten que nadie los está teniendo en cuenta", se quejó Cristina.
Para terminar con su alegato, Barili exigió: "Podemos aceptar muchas cosas dolorosas, pero no podemos aceptar que se cierren colegios".