La historia de amor de Laurita Fernández y Federico Hoppe dispuso de decenas de capítulos, cientos de momentos que alcanzaron una visibilidad extrema, casi como un reality de la vida propia de esa pareja entre los dos famosos.
Siempre quedó en la atmósfera la sensación que el productor de ShowMatch sintió un dolor profundo por el final de ese vínculo y que en su corazón perduraron resabios de un poderoso sentimiento hacia la bailarina.
Por eso en diversas oportunidades se especuló con la chance de una segunda vuelta, principalmente cuando Laurita se separó por primera vez de Nicolás Cabré, allá por la etapa del confinamiento estricto del coronavirus. Aunque no prosperó.
Federico supo reconstruirse y configuró una maravillosa aventura romántica con Macarena Rinaldi. Con la blonda se exhibe muy enamorado y a pesar de ciertos detalles que brotaron a la luz todo parece transitar por la ruta de la solidez y el bienestar.
Este fin de semana se produjo un hecho disruptivo. Resulta que Fernández viajó a Mar del Plata a disfrutar de unos días de esparcimiento en compañía de su madre y para cortar un poco la semana ardua de trabajo al frente de Bienvenidos a bordo.
Llamativamente, en el mismo hotel se hospedó Fede y de hecho con Laurita coincidieron en el mismísimo momento en el salón comedor para el desayuno. Un fanático de Ángel de Brito capturó la escena, esos escasos metros que separaban a la bailarina de Hoppe.
A través de sus stories, el periodista posteó la imagen y agregó como texto: "Desayuno en Mar del Plata". ¿Se hablaron? ¿Cruzaron palabras? ¿Se encontraron en un pasillo? A las horas de todo esto, Laurita se refirió al respecto en su perfil digital y confesó: “No desayuné con él. Igual siempre la mejor onda cuando nos cruzamos o nos toca trabajar juntos”.
