Gladys Florimente sufrió un accidente en Córdoba. Instalada en la provincia serrana, donde transita esta etapa de la cuarentena junto a un grupo de amigos, fue protagonista de un severo golpe contra un vidrio en su cara, que le dejó secuelas.
En Nosotros a la mañana, el programa del Pollo Alavez por El trece, la artista contó cómo sucedieron los dolorosos hechos, el último fin de semana. “El sábado estuve en Miramar que es un lugar soñado de acá de Córdoba, donde la gente va a veranear, también…”, arrancó la rubia.
"Voy a entrar, pensé que la puerta estaba abierta y me di contra el vidrio", contó la actriz.
“Me fui a un spa, estaba con unos amigos, estábamos charlando, los vidrios son impecables… Voy como a entrar, pensé que la puerta estaba abierta y me di contra el vidrio”, contó la artista.
Y continuó relatando. “Me fisuré, me hice una tomografía computada y está todo bien. Me dijeron si me quería traccionar y les dije que no”, compartió, sobre la revisión médica que superó en pocas horas y que no requirió de una mayor intervención.
"Quedó la marquita, por suerte quedó la marquita (en el vidrio). la saqué barata", compartió Gladys.
“No tuve tanto dolor porque tomé la medicación. No llegué a perder la visión”, respondió Gladys ante la pregunta de Tomás Dente, sobre las consecuencias del choque cuerpo a cuerpo contra el ventanal.
Y fue luego a la consulta, con humor, de Andrea Campbell, que Florimonte aseguró que en el vidrio había quedado la huella de lo sucedido. “Quedó la marquita, por suerte quedó la marquita. Pero la saqué barata porque me dolió bastante”, se sinceró, sobre las molestias que le ocasionó el “choque” de su cuerpo con el vidrio.
Y al momento de recodar cómo terminó el episodio que no pasó a mayores, la protagonista del accidente agregó, sobre la solución casera encontrada al problema. “Por suerte, estaba mi amigo que tenía un pegamento y se pegó”. Como diría el refrán popular: fue una desgracia con suerte.
