Si muchas manos en un plato hacen mucho garabato, muchas voces en un programa de televisión hacen que cada tanto exista un problemón: dos de las integrantes del multitudinario panel de A la Barbarossa, el ciclo que lidera Georgina en las mañanas de Telefe, parecen haber entrado en una especie de guerra santa y lo que se dice es que no se pueden ver y que en cualquier momento arde Troya.
Las mañanas de la tele son cada vez más competitivas. En Telefe está Georgina, en el 13 Carmen, en América Pamela y en el 9 siempre hay alguien cocinando. Cuestión que hay que estar siempre al pie del cañón para sumar porotos de rating y no morir en el intento. Los temas tienen que ser fuertes y las posturas de aquellos que los discuten, también. Y ya se sabe: en los entreveros se mezclan cuestiones que muchas veces no tienen nada que ver con las cosas de las que se hablan. O las exceden.
En lo de Georgina discutían, como se viene haciendo en la televisión desde hace unos diez o doce días, la relación de Tamara Pettinato con el ex presidente Alberto Fernández. Ese tema, al menos mediáticamente, ha superado infinitamente en interés y cantidad de minutos al otro embrollo que envuelve a quien fuera primer mandatario en el período 2019-2023: la denuncia por violencia de género que le enchufó Fabiola Yañez.
El escándalo es tan grande que probablemente le cueste a Pettinato su lugar en uno de los trabajos que tiene: su continuidad en Bendita pende de un hilo. Ahora hay un tire y afloje entre ellos porque mientras el canal dice que no la echó sino que le dio unos días, ella grita a los cuatro vientos que no renunció y que probablemente se considere despedida por la emisora. Eso estaban comentando en A la Barbarossa cuando explotó todo entre las nuevas enemigas, la casi siempre modocita Pía Show y la eternamente guerra Nancy Pazos.
ESTALLO LA GUERRA ENTRE NANCY PAZOS Y PIA SHOW EN EL PROGRAMA DE GEORGINA BARBAROSSA
Pía Shaw aseguró haber hablado con todas las partes involucradas -siguiendo el manual del periodista correcto y aplicado- y abonó la versión oficial de que la pelota estaba ahora en los pies del canal y que Casella ya no tenía injerencia en la decisión final del "futuro de Tamara". Conocedora como pocas de las internas de la tele (y de todo tipo) Nancy fue menos "cándida" y mucho más contundente: "Por favor, nada de lo que pasa en Bendita puede estar afuera de la opinión o la decisión de Beto".
Ese cruce de opiniones dejó en evidencia lo que es un secreto a voces en lo de Georgina. Que Pía y Nancy no se quieren ni un poquito y que las aguas entre ellas están cada vez más caldeadas. Pía Shaw lo hizo saber de inmediato con una declaración poco frecuente en una persona tranquila como es ella en general, y un rato después Lío Pecoraro -otro de los "mil" panelistas- se puso del lado de Nancy y mutiplicó la pelea. Se pudrió todo en lo de Georgina.