La primera gala de eliminación de la nueva edición de Gran Hermano llegó por fin. Por el día tan especial, los ánimos estaban caldeados y cada uno de los participantes tenían a sus favoritos para abandonar el reality. Para Isabel de Negri y Sabrina Cortez la que debía irse era Juliana Scaglione.
Desde el primer día estas tres mujeres se juraron odio eterno. Si bien la presentación fue cordial, como con todos los competidores, ellas ya sabían de antemano que no serían amigas. Ni siquiera intentan llevarse bien, debido a que constantemente están enfrentándose.
También, hay que recordar que Furia se ganó el enojo de los concursantes del programa de Santiago del Moro por hacer la espontánea. Aunque no sepan que ella fue, la mayoría sospecha y hasta afirma que conocen todo. Por eso la votaron y la mandaron directo a placa.
Por otra parte, la mendocina le costó acoplarse al grupo, ya que entró un día después que los demás. Sin embargo, ganó la prueba de líder y con eso, pudo ganarse la confianza de los demás hermanitos. Su influencia fue tanta que hoy es parte vital del ciclo de Telefe.
EL ENOJO CON JULIANA SCAGLIONE
La primera en expresar su odio a Juliana fue Isabel: "Me re dolió el cordobés dándole un beso a Furia. Capaz lo hizo por estrategia. Él está nominado, ¿a quién van a ver como un asco? ¿a él o a ella? Insulta, se pelea, se ríe, baila sola, chupetea con cualquiera".
Y agregó: "Yo no la beso ni en pedo. Quiero que se vaya. Tóxica de mierda. No creo que a le gente le guste lo que ve". Concordando en todo lo que dijo su compañera de Gran Hermano, Sabrina Cortes expresó: "Yo quiero que se vaya. Necesito que se vaya".