Una situación extraña, muy singular. Todavía resuena esa postura esquiva, reacia y hasta descortés de Javier Milei para con Marcelo Tinelli en el Bailando por un sueño. El político se comportó de un modo controversial en el vivo y le rehuyó a charlar con el animador.
La situación se produjo en medio de una interpretación de Fátima Florez en la pista, cuando salió a jugar a imitar a Carmen Barbieri. Marcelo detectó que el candidato aguardaba a su novia en su auto y procuró dialogar un rato en el aire, pero se topó con una actitud fría, que se graficó con el simple hecho de ni siquiera bajar la ventanilla.
Tras la repercusión del caso, Milei abordó el tema en su visita a la mesa de Mirtha Legrand, donde procuró explicar sus motivos, sus fundamentos para cortarle el rostro a Tinelli. “Yo estaba con uno de mis mejores amigos en la puerta esperando, y como era tarde yo pensé que no iba a pasar nada, y empezaron a pedirme selfies y la gente paraba. Se puso peligrosa la situación”, inició.
Así narró por qué entró con su vehículo al estudio: “La gente de seguridad me dice ‘¿Por qué no ingresás?’. Entonces ingresé”. Y luego agregó sus razones peculiares para evitar un intercambio afable, divertido o ameno con el conductor más famoso de la televisión argentina.
MILEI CONTÓ POR QUÉ LE CORTÓ EL ROSTRO A TINELLI
“Me parece que yo no tenía ningún tipo de rol ahí porque yo estaba yendo a buscar a mi novia. La realidad es esa. Yo no puedo estar invadiendo el espacio de ella. No corresponde”, argumentó. Y además se escudó en una supuesta empatía con Fátima.
“Me pareció que no correspondía que yo entrara y tomara un lugar en ese momento cuando mi novia estaba trabajando”, aseveró el político. En definitiva, Milei utilizó esta estrategia para justificar ese episodio llamativo, que generó impacto.
