Y llegó la noche ansiada, ese instante para experimentar un momento trascendental de la vida. Jorge Lanata y Elba Marcovecchio se casaron el sábado, con una celebración maravillosa, llena de afectos, de episodios emocionantes y de la atención de los medios.
Tras dos años de noviazgo, el periodista sorprendió al mundo al revelar que le propuso matrimonio a la abogada, una situación llamativa porque en sus anteriores relaciones nunca había caminado por el altar, ni siquiera con las madres de sus dos hijos.
Lo cierto es que la pareja armó un festejo tremendo en la localidad bonaerense de Exaltación de la Cruz, que contó con cien invitados exclusivos y detalles grandilocuentes de un predio gigantesco, repleto de lujos y de excentricidades y mucha alegría.
Tras la ceremonia, Jorge y Elba se sentaron delante de los micrófonos de las decenas de medios que se trasladaron hasta el lugar para cubrir el casamiento. "Fue muy emotiva, una linda ceremonia", relató el conductor delante de una maraña de cables.
Ante la pregunta de los cronistas sobre qué le despertó Marcovecchio en su corazón, se produjo una confesión muy romántica de Lanata: "Me enamoró que es linda, que tiene una historia de superación muy importante. Ella se quedó viuda con dos bebés. Hay que bancarse eso. Me hace admirarla. Estamos bien juntos, nos reímos y la pasamos bien".
Por su parte, Elba no se quedó atrás y narró: "Lo que más me enamora es lo feliz que estamos, lo bien que nosotros estamos. Te podría describir un montón de cosas pero como le dije al sacerdote 'me hace bien'. Jorge me hace bien".