Las cosas pueden suceder muy rápido en la Argentina, el país donde el tiempo parece correr a mayor velocidad que en otras partes del mundo. El viernes, el ministro de economía era Martín Guzmán, el dólar andaba por los 235 pesos y Jorge Rial y Luis Ventura llevaban 8 años de una pelea memorable. Apenas 4 días después, el Palacio de hacienda está a cargo de Silvina Batakis, el billete estadounidense tocó los 280 mangos y los periodistas más polémicos, controversiales y temidos de la tele se amigaron. En su regreso a la tele diaria, el ex conductor de Intrusos habló del inesperado reencuentro.
"Les voy a contar de primera mano qué fue lo que pasó porque veo a muchos diciendo cualquier cosa. Sin ir más lejos, hoy a la mañana vi a uno tirando fruta como loco porque no estaba ahí, no llamó y no sabe nada", contó Rial en el primer programa de Argenzuela en formato televisivo: lo conduce a la mañana en La Red, y desde ayer en "Cecinco" de 15 a 17 horas.
Antes, Rial había tuiteado contra Guido Záffora, contra quien mantiene una pelea de larga data y hasta llegó a acusarlo de ser su "topo" o "informante" sobre lo que se escribía en el chat paralelo de Intrusos, donde el jefe no participaba. "La verdad es que salí de uno de mis trabajos, donde me había demorado un poco, y voy a ser sincero. Estaba lloviznando, me dio un poco como de melancolía y decidí ir a una librería a comprar dos libros", siguió Rial.
"Entré a Eterna Cadencia, que es mi libería favorita, y ya cuando estaba buscando los libros en un momento escuché como la risa de Luis. El había ido con unos técnicos del canal porque ese día había conducido Intrusos y se le había hecho un poco tarde. Me di vuelta, lo vi, y lo encaré, Ni lo dudé. Se dio como se tenía que dar. Un poco de casualidad y para nosotros dos, íntima, en confianza, no para los demás. Nosotros nos debíamos un encuentro de esa forma" siguió Rial, ya metido de lleno a contar la intimidad del encuentro.
"Ventura estaba cometiendo un homicidio de medialunas. ¡Noooo, no saben lo que era esa merienda! Estaban los cuerpos ahí, inmoviles. Tremendo. Entonces me acerqué, le pasé el brazo por atrás, le di un beso, me senté, nos quedamos solos y nos pusimos a charlar. Así, de la nada, espontáneo. Como tenía que ser. mejor que fuera así", agregó el periodista.
"Nos pusimos a hablar como si nada. Y sí, yo le pedí perdón. Hablamos de nuestras cosas, de laburo, de las familias, de los quilombos que tenemos. El me habló de sus hijos, yo de mis nietos. Hablamos de todo, como siempre. La foto se la pedí yo y la saqué yo. No había fotógrafos, ni nada. Solo nosotros. Le pedí disculpas y me siento mejor, contento, liviano, como si me hubiera sacado de encima una mochila que pesaba mucho. Era lo que tenía que pasar, y puedo decir que soy una persona feliz y que esto me dejó mejor y más satisfecho", cerró Rial. ¿Volverán a trabajar juntos?