Gabriel Cartañá le habló "de infartado a infartado" a Jorge Rial y le aconsejó que evitara tanto el estrés como los enojos o los fastidios, aunque no descartó la posibilidad de que una vuelta al trabajo pueda ser positiva para un cuadro como el suyo. Rial acaba de volver de Colombia tras sufrir un severo cuadro cardiovascular, mientras que el psicólogo atravesó un problema de salud bastante parecido unas semanas antes.
Cartañá es el "psicólogo de las estrellas" desde que su función como panelista de Bendita Tv le permitió desbancar de ese lugar a Gabriel Rolón, que ahora está mas dedicado a escribir libros que a aparecer seguido en la tele. A su laburo en Bendita le ha sumado, ultimanente, una serie de participaciones cada vez más reiterativas en Mañanísima, el programa de Carmen Barbieri. Y pensar que ellos arrancaron con una pelea a todo vapor y ahora están "carne y uña".
Sentado allí, Cartañá observó como Carmen y su equipo de colaboradores tocaron el regreso de Jorge Rial a la Argentina después de coquetear un par de minutos con la muerte en Colombia, adonde había viajado con su nueva novia, la joven antropóloga María del Mar Ramón, quien debía presentar textos de autoría en la feria del libro de Bogotá. Estando allí -en una ciudad ubicada a 2.200 metros sobre el nivel del mar- Rial sintió dolores en el pecho y acudió con premura a una clínica.
En un momento, eran de tal tono las cosas que se decían que Carmen se permitió bromear y hacer una auto crítica al mismo tiempo: "Escuchen, arrancamos diciendo que no había que molestar a Rial que está recién llegado e internado en una clínica y hace rato que estamos hablando de que la hija sufrió una denuncia por un rito satánico. Vamos, che, nosotros no ayudamos ni un poco tampoco".
GABRIEL CARTAÑA LE HABLO "DE INFARTADO A INFARTADO" A JORGE RIAL
"En cuanto a esto que se preguntan de si Jorge Rial debe volver a trabajar o no, lo que te voy a contar es lo que me pasó a mi. A mi el infarto me dio un lunes y estuve internado hasta el jueves. Ese jueves me dieron el alta y fui a Bendita. Y la cardióloga me preguntó "Pero Gabriel, ¿Vas a ir a Bendita hoy?" y yo le contesté que sí porque ese lugar no me estresa. Entonces Rial no es que no tiene que trabajar, ¡No tiene que estresarse! Si el trabajo lo hace bien, sin problemas, relajado, entonces le va a venir bien estar activo. Y uno después de un espisodio así queda un poco hipocondríaco y cree que le puede pasar otra vez, eso se va con el tiempo. No hay que tener pensamientos rumiantes y hay que sacarse lo que es tóxico de la vida, incluyendo a la gente: la gente que te desciende, aunque no te haga nada malo, te la tenés que sacar de encima", le aconsejó Cartañá.
En cuanto a su caso personal propiamente dicho, Cartañá aseguró que "estoy pipí cucú" aunque reconoció que "debería cuidarme un poco más de lo que lo hago. Camino poco, por ejemplo. Ahora tengo un perrito que un poco me obliga a caminar, pero debería hacer más ejercicio. Cuidarme". En cuanto al suceso, recordó que "yo me sentí mal y fui a la clínica. Estaba transitando un infarto, y en la clínica me dio un dolor muy agudo, muy fuerte. Me colocaron tres stent. Más que salvarme la vida, lo que digo es que me la estiraron".