Tal como había anticipado en la previa del mundial, Jorge Rial vio tres partidos de Argentina mientras estaba de paseo por Alemania: el 2-0 vs México, el 2-0 a Polonia y el 2-1 contra Australia lo agarraron en tierra germana. Y ahora que volvió al país y a los estudios de Radio 10 para retomar la conducción de Argenzuela, expresó un particular pedido para reconocer la mejoría del seleccionado nacional tras la derrota contra Arabia.
"Estuve en Alemania, sí. Los vi quedar eliminados en primera ronda, y tengo que decir que tienen un frío esos muchachos. Terrible lo que son... Una heladera. Después vi los dos de Argentina en Berlín, y el tercero, contra Australia, estaba en el Aeropuerto de Frankfurt ya para volverme. Tenía que embarcar cuando el referí dio los 7 minutos de descuento, entonces dije "ni loco me voy ni me levanto. Yo no me muevo hasta que terminé". ¡Lo que sufrí! Llegué a tomar el avión de suerte", contó Rial.
Como todos los argentinos, Rial se entusiasmó con la levantada de la selección tras aquel arranque para atrás, y ahora espera con ansias el partido del próximo viernes contra Países Bajos. El que gane llegará a semifinales, y el que pierda deberá armar las valijas y volver a casa de manera algo prematura. El conductor se tiene confianza, y en base a ese sentimiento es que expresó un particular pedido.
Mientras hablaban de las actividades que encararon los jugadores en su día libre, Rial destacó como "buen gesto" que Lio Messi se haya quedado en el complejo de entrenamiento de la Universidad de Doha pero se detuvo en otro futbolista, el Dibu Martínez, y fue entonces que sorprendió con una singular manifestación.
"A Dibu lo amo. Lo amo en serio. Me encanta. Pero no sólo me encanta por esa tapada del final que fue maravillosa y que demostró lo que es como arquero, sino porque se animó a contar que fue al sicólogo en un ambiente tan jodido y cerrado como es el del fútbol. En el fútbol vos decís que vas al piscólogo y te dicen "ehhh... eso no hace falta", es así", remarcó.
Pero eso no fue todo. Porque Rial, siempre revolucionario, afirmó su idea de que "hay que hacerle un monumento al psicólogo del Dibu, porque el cambio que tuvo de un partido a los otros fue extraordinario. Y la prueba fue la pelota del final, porque le llegaron muy poco y en esa demostró que es un fenómeno".