En una inesperada revelación, Julián Weich, conocido presentador y actor argentino, compartió detalles fascinantes sobre su reciente travesía viviendo en las calles de Panamá junto a su hijo durante 10 días en el programa de Mirtha Legrand. Esta peculiar decisión, según Weich, fue impulsada por el deseo de comprender de cerca la realidad de su hijo, quien actualmente se encuentra explorando el norte de manera mochilera.
"Viví la vida de hippie para ver cómo vive mi hijo que está en Panamá. Y la pasamos bárbaro, yo pasaba la gorra", confesó Weich durante una entrevista exclusiva. Esta experiencia única les permitió sumergirse en un estilo de vida alternativo, lejos de la comodidad y las comodidades cotidianas.
Durante su estadía en la calle, Weich y su hijo se vieron obligados a vivir a la deriva, confiando en frutos que encontraban en la calle y cualquier alimento en buen estado disponible. El presentador destacó la importancia de esta vivencia al señalar que "hay gente que lo hace y no tiene otra opción. No nos dábamos cuenta del valor de la comida".
La decisión de aventurarse en este estilo de vida nómada no solo sirvió como un experimento social, sino también como una oportunidad para Weich de conectarse con su hijo en un nivel más profundo. "Fui feliz, yo elegí vivir así", expresó el presentador, subrayando cómo esta experiencia le permitió apreciar aspectos de la vida que a menudo pasamos por alto en nuestra rutina diaria.
JULIAN WEICH REVELÓ CÓMO ES LA VIDA QUE LLEVA SU HIJO COMO HIPPIE
Durante la entrevista, Weich compartió anécdotas reveladoras sobre su día a día en las calles de Panamá, describiendo encuentros con personas que comparten este estilo de vida por elección o necesidad. La experiencia, llena de desafíos y descubrimientos, proporcionó una perspectiva única sobre las distintas realidades que coexisten en la sociedad, recordándonos la importancia de empatizar y comprender las experiencias de los demás.
La historia de Julián Weich no solo despierta la curiosidad del público, sino que también ofrece una reflexión sobre la naturaleza efímera de las experiencias y la riqueza que puede encontrarse en las lecciones aprendidas al abrazar lo desconocido.
