Con Gran Hermano en tiempo de descuento, los participantes se muestran cada vez más sensibilizados. Y Julieta Poggio, quien supo hacer de su sonrisa y de su hashtag “FueraMalasVibras” una bandera, empezó a flaquear e incluso a tener pesadillas y a quebrarse por cualquier detalle nimio.
Y si Juli ya venía movilizada desde la salida de Daniela, la visita de su hermana Camila hizo que afloren aún más sus emociones. Así fue como, días antes de despedirse de ella a puro llanto, la jugadora se sinceró y habló de sus grandes miedos cuando llegue el momento de salir al “mundo real”.
Mientras charlaba con ella, feliz de verla pero también algo decepcionada por no haberse reencontrado con su novio, Julieta le blanqueó que no todas son risas dentro de la casa más famosa. A pesar de que buena parte del tiempo se divierte, confesó en otros momentos la mente le juega en contra.
"Mi cabeza va a mil, me mata la ansiedad y me preocupa el qué dirán" le dijo Disney a su hermana mayor, que por supuesto está al tanto del hate que la chica recibe a diario en las redes por motivos diversos. Una campaña de odio que incluso llevó a su familia a publicar un posteo al respecto.
"Eso no te tiene que importar, la clave es esa, que no te interese lo que piense el resto", intentó tranquilizarla Camila, y Juli le contestó, visiblemente angustiada con lo que puedan decir de ella: "Ya sé, pero a mí sí me importa".
Julieta ya se imagina la vida en el afuera y siente que faltan unos pocos días. En este sentido, expresó lo que le gustaría hacer apenas salga del aislamiento. "Salir a bailar con los chicos, con Dani, ir a una fiesta de verdad con ella", dijo, y aclaró: "Pero con todos no, hay gente con la que no iría".