Si una sola Poggio tuvo en vilo a la tele durante 5 meses enteros... ¡¡Imagínense tres!! Julieta, la finalista de Gran Hermano y quien ocupó el tercer lugar del realitie, se juntó por primera vez con sus hermanas Paula y Lola y le dieron un toque distinto, alegre, brilloso y colorido al programa de Georgina Barbarossa. Entre otras cosas, contaron que sus peleas se dan "por la ropa y por los zapatos".
Las tres ya habían sido vistas en realidad, pero juntas nunca habían estado. Paua, la más grande, entró a la Casa cuando hubo un ingreso "masivo" de familiares que compitieron durante una semana por un par de motos (ganó la hermana de Marcos, para variar) y Lola, la más chica, entró ya en la previa de la final junto con sus padres y con su cuñado Luca para darle una sorpresa a Juli. ¿Seguirá con él tras las versiones que la ubican cerca de Santi Maratea? En fin, el tema era otro: entonces, por primera vez fueron un trío sentado frente a la camarita.
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Sentadas al living del magazine y entrevistadas únicamente por Georgina -los panelistas no participaron del reportaje ni de los juegos que debieron hacer- las tres se mostraron, como siempre, no sólo elegantes y distinguidas, sino también preocupadas por cada detalle de su estética y del atuendo que se tiraron encima.
Por suerte para ellas, las hermanas Poggio no se ven afectadas por los problemas que afligen a la mayoría de los argentinos, esos millones y millones que sudan la camiseta como locos ya no para llegar a fin de mes, sino para poner un platito de comida en la mesa cada día. Ellas gozan de un pasar económico muy acomodado y sus preocupaciones no son los fideos, el guiso o la tarjeta Sube, sino los brillos, las pinturitas, las extensiones y que la mini no tenga una arruga. Ellas, y también la mamá- Pato- parecen haber nacido para estar en la tele.
LAS HERMANAS POGGIO CONTARON PORQUE SE PELEAN
"Camila ya no vive con nosotras. Lolita y yo sí, entonces chocamos por la ropa más que nada. Porque me la usan y la dejan mal. Ahora que volví a casa vi que en estos meses ¡¡Me usó todo!! Y si bien la había dejado en el sitio, estaban sucias. No las había lavado. Un desastre", contó Julieta mientras su hermanita asentía y le daba la razón. "Cosas de hermanas", agregó Lola, la menor de las tres.
Luego tomó la palabra la mayor, Camila, y contó que "Nosotras con Julieta hubo un tiempo en el que trabajamos juntos y ahí si nos peleábamos, más que nada porque ella era de hacer las cosas rápido, las fotos por ejemplo, y yo soy mucho más perfeccionista. Así que hay teníamos nuestros encontronazos y nuestras agarradas, pero después se nos pasaba". Julieta las miró a las dos, las agarró de la mano y tiró la frase que cerró perfecto ese momento divertido: "Son las hermanitas verdaderas, ni hablar".
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