Después de dialogar en exclusiva con Paparazzi sobre la salud de su hija, Elena Antonia (5), la actriz Julieta Díaz (42) conversó con el programa Quedate en casa sobre cómo lleva la cuarentena en plena pandemia de Coronavirus. Pasa sus días en compañía de su niña, pero tiene un pacto de copaternidad con su ex, el norteamericano Brent Federighi, que consta de pasar una semana cada uno con la nena.
“Tenemos una semana cada uno con ella, para no andar moviéndola tanto. Venimos bastante bien con ese sistema, así que una semana estoy sola y una semana estoy con la nena a full”, explicó después de haber realizado un tierno posteo por su hija.
Julieta y Brent fueron pareja durante una década y fruto de aquel amor nació su hija. Hace dos años y medio decidieron separarse y desde entonces mantienen una relación cordial y afectuosa. “Estamos bien así: es un compañero de crianza, como digo yo. Ahora no somos pareja pero él es un gran compañero de crianza. Se hace cargo de su 50 por ciento, como corresponde”, dijo la genial actriz.
La actriz disfruta mucho los días que pasa en soledad, pero admite que extraña a su pequeña. “Disfruto mucho de esta semana de estar sola, pero igual la extraño (a su hija). Yo la tuve los primeros 15, 20 días de cuarentena porque el padre volvió de los Estados Unidos y tuvo que hacer la cuarentena obligatoria de aislamiento, así que en ese sentido fue intenso porque no tuve nada de ayuda”, recordó.
Acostumbrada a mantener un vínculo fluido con sus padres (especialmente con el actor Ricardo Díaz Mourelle) echa de menos los días en que podía verlos. Su madre vive en Córdoba y se encuentra aislada, pero el contacto semanal con su padre la pone melancólica.
“Nos veíamos una o dos veces por semana, más o menos. Él venía a casa, se quedaba a cenar y a dormir en casa. Tenemos un sillón en el living y ahí mi hija sabía que venía (el abuelo) a jugar, comer y desayunaba con nosotras, así que lo teníamos muy presente al abuelo Ricky, como le dice ella. Mi viejo ahora está re cuidadoso en su casa, por suerte es súper independiente y está bárbaro. Le ofrecí varias veces darle una mano con algo pero él sale y se cuida, así que estamos bien y muy en contacto”, explicó. Por eso, como todo el mundo, reemplazó el contacto físico por las videollamadas.
Y mientras espera que la normalidad se restablezca, resalta que el aislamiento la trata muy bien, pues está en su casa cómoda, calentita, con agua y luz contó que tiene ahorros para soportar un tiempo más.
