Resurgió de las cenizas, un viento sopló fuerte para encender el fuego de la polémica, del escándalo más resonante de los últimos años. El Wandagate continúa latente y desperdigando secuelas por doquier, de toda índole, a partir del regreso de la China Suárez.
María Eugenia sintió la pulsión de reestablecer el vínculo clandestino con Mauro Icardi y activó una maniobra para despertar la atención del hombre con el que se entrelazó en las sábanas húmedas de una habitación oscura en París, allá por septiembre del año pasado.
La ex de Benjamín Vicuña utilizó el celular de un amigo y le escribió al esposo de Wanda Nara, con la clara intencionalidad de coordinar otro encuentro, dado que a fin de mes volará a Europa. Pero no se imaginó que el delantero la delataría con su mujer.
Todo esto brotó a la luz y los medios hablaron durante horas, así como la propia Wanda envió las capturas de ese chat que arrancó la China. Por eso se reabrieron un sinfín de aristas de estos personajes y así Karina Iavícoli saltó con una denuncia contra Nara.
“Es mentira que es la representante de Mauro. Esa es una historia bien armada que ella armó para darse importancia, pero a la hora de negociar no es la que va se sienta y negocia. Eso es mentira”, bramó la panelista de Socios del espectáculo.
Y por su parte, Mariana Brey saltó a añadir otra faceta de Wanda y sostuvo: “Más allá de que sea o no la representante, que te diría que a esta altura es lo de menos, Wanda contó que Mauro le cedió absolutamente todo su patrimonio”.