El horrible acontecimiento del intento de femicidio de Sebastián Villarreal contra la bailarina Julieta Antón, en el que apuñaló a la artista en una academia de danza, continúa latente en los medios. En ese contexto, el ciclo de Ángel de Brito abordaron el tema de la violencia de género y surgió en escena la confesión de situaciones muy dolorosas de Karina La Princesita.
La famosa cantante no esquivó su experiencia personal, de la que relató varios episodios, pero nunca con tanta crudeza como las vivencias que describió en el episodio de LAM. El conductor aprovechó la incorporación de la blonda como panelista y le consultó: "Karina, ¿cómo se sale de esa situación, de la violencia intrafamiliar?".
La jurado del Cantando 2020 se animó a detallar lo que aconteció en el seno de su hogar. "(En casa) hubo violencia de familia. A veces uno dice '¿por qué las mujeres no se van?'. Y en mi casa pasaba eso. Hay un montón de razones por las que no se van. A veces no tenés a dónde ir, tenés miedo o decís qué hago sola, sin trabajo y con dos hijos. Y a veces uno culpa a la madre. Dice '¿por qué no te fuiste antes?'. Pero me parece que hay que estar en el lugar", describió.
“Mi papá entró sin pedir permiso y dijo ‘¿dónde está la puta de tu madre?’. Cuando vi la reacción de mis compañeros entendí que eso estaba mal”, confesó Karina.
Conocedora de primera mano de las dificultades que transita una mujer en situación de violencia, Karina razonó: "Si bien hay lugares a los que podés acudir, no te sentís del todo protegida, porque hacés la denuncia por violencia de género y después volvés a tu casa donde está el agresor, y te puede matar igual".
Consultada sobre circunstancias particulares, con el objetivo de comprender el grado de agresión, La Princesita expresó:"Yo naturalicé ciertas cosas. Mi papá se iba a dormir la siesta con la escopeta cargada al lado y con la Biblia en la mano. Nosotros veíamos eso como algo normal".
“Mi papá se iba a dormir la siesta con la escopeta cargada al lado y con la Biblia en la mano. Nosotros veíamos eso como algo normal”, contó La Princesita.
En ese contexto, de Brito le preguntó: "¿En qué momento te empezaste a dar cuenta de que eso estaba muy mal?". Esa indagación permitió que Karina describiera una escena dolorosísima: "Un ejemplo fue en el colegio, en segundo grado. Mi papá entró sin pedir permiso y dijo '¿dónde está la puta de tu madre?'. Cuando vi la reacción de mis compañeros y de la profesora, dije 'okey, esto está mal'. Todos mis compañeros me empezaron a tratar de '¡ay, pobre!'. Yo tenía 7 años y para nosotros eso era algo de todos los días, algo normal".