Karina Rabolini tuvo que vivir una fecha muy especial, como el aniversario de su nacimiento, en medio del aislamiento social obligatorio. Una situación que experimentaron un sinfín de argentinos en los últimos meses. Para la empresaria fue distintivo y cuidó muy bien las formas de celebración.
Atenta a las recomendaciones gubernamentales, la bellísima rubia optó por un festejo muy íntimo, para lo cual fue agasajada por su novio Ignacio Cranwell con un asado riquísimo, una buena copa de vino y calor de hogar, en Nordelta. De esta manera, la ex modelo exhibió un alto compromiso con el contexto que atraviesa el país, y el mundo entero, dando un muy buen ejemplo.
Luego esa noche, en la que llegó a los 53 añitos con una figura impecable y una belleza desbordante, se produjo una actividad distintiva. Al día siguiente, y con los permisos correspondientes, los tres hijos de Ignacio se apersonaron a la casa de Tigre para una nueva celebración. Así, Valentina (16), Manuel (14) e Isabel (10) le cantaron el feliz cumpleaños, probaron delicatessen y construyeron un clima ameno.
Karina estuvo en todos los detalles, y con la conciencia de la importancia de ejecutar con rigurosidad la cuarentena, no hubo tortas, para evitar el llamado a un delivery y su consecuente circulación por las calles. En esa misma línea, Rabolini solicitó amablemente a sus familiares y amigos que no le enviaran regalos, dado que ya habrá tiempo para eso.
Karina vive una etapa muy feliz, con una armonía excelente con su pareja y transitando con éxito el complejo panorama de una familia ensamblada. Este amor se expuso en el posteo de novio, quien puso en Instagram una muy linda y sentida dedicatoria: "Feliz cumpleaños mi vida. Otro año más juntos y genial, gracias por estar todos los días a mi lado”.