No son tiempos fáciles para Argentina, y de hecho no lo son desde hace décadas atrás. Y es que la inflación, el aumento de la inseguridad, las pocas oportunidades laborales y los sueldos precarios obligan a muchos jóvenes a tomar la determinación de abandonar el país.
No por falta de cariño, no por desapego a las costumbres y a la familia, sino por querer encaminar un mejor futuro, tener nuevas experiencias y encontrar una mejor calidad de vida en donde el esfuerzo sea recompensado.
Dentro de ese contexto, la mayoría de los amigos de Fede Bal optaron por armar las mochilas y buscar nuevos horizontes, pero angustiado y triste por la soledad que lo invade, el actor escribió una fuerte reflexión en sus redes sociales en la que invitó a pensar sobre este tipo de decisiones.
Utilizando su cuenta de Instagram, en donde cosecha más de dos millones de seguidores, el hijo de Carmen Barbieri posteó varias imágenes con sus compañeros de siempre, y a modo de broma disparó: “¡Se buscan amigos!”
Pero más serio, explicó su postura: “En mis 31 años, nunca viví tan de cerca el exilio de tantos amigos míos. Se van del país, en busca de una vida mejor. Por lo menos eso dicen. ‘Acá llegué al techo’, ‘así no se puede vivir más’, ‘tengo ganas de probar algo nuevo’”.
Asimismo, enumeró a todos los colegas que partieron con la espalda cargada de ilusiones: “Tincho fue el último en irse, y sentí una necesidad extrema de escribir estas palabras, ni sé bien con qué fin, tal vez solo para desahogarme. Primero fue el Gordo, se fue a Australia. Después el Negro, Tarno, Luki, Facu, Juanma y Yami, Terry y Maru, Yago, Marcia...”
Pero más profundo, Fede habló sobre el rol que cumplieron nuestros padres, abuelos o bisabuelos, que abandonaron sus casas para el bien de la familia: “Lo que me pregunto es dónde quedó el respeto por nuestros antepasados (todos somos hijos de inmigrantes), en el venir a buscar y apostar una nueva vida de oportunidades en este país”.
“¿Seremos esto? ¿Yendo de país en país cuando en el anterior se cumplieron nuestras expectativas, o se llegó a ese ‘techo’ del que muchos hablan?”, se preguntó.
No obstante, Bal confesó que él también expresa las mismas inquietudes por las que sus amigos se marcharon: “Y yo también me quejo por la inseguridad, y yo también me replanteo mi laburo, y a mí también a veces me cuesta pagar algunas cuentas, y a veces estoy en contra del gobierno de turno. Pero elijo este país, antes que cualquier otro”.
“Elijo estar cerca de mi mamá antes que cualquier otra cosa. Cerca de los que quiero, los que me quieren, mis amigos. Y muchos me van a decir: ‘vos porque tuviste suerte’, ‘vos porque tus papás son famosos’, ‘vos porque te va bien’”, continuó, dando su punto de vista y revelando su decisión de permanecer en Argentina.
Y, además, explicó los malos momentos que vivió de joven: “Ni idea tienen lo que fue crecer en el medio, ni idea tienen lo que fueron los años de malaria con mis papás, de verlos hacer malabares para que tenga una buena educación y poder tener siempre comida y algún juguete que le sobraba a mis primos para el día de mi cumple”.
“Tal vez es bueno saber que no todos queremos irnos a vivir a otro país. Y no es un pensamiento a favor ni en contra de ningún partido político. Sigo apostando al lugar donde nací, intentando que algunas cosas cambien, y otras dejarlas así como están", agregó conmovido por la situación.
Y para concluir, aclaró que no se trataba de una pensamiento político, sino que eran palabras que salían de un amigo simplemente dolido: "Y esto no es propaganda, esto es solo algo que escribe un amigo enojado, un sábado cualquiera, extrañándolos como nunca”.
En pocas horas, la publicación explotó en casi 40 mil likes y se llenó de comentarios de jóvenes que le revelaron sus experiencias fuera del país, o sus deseos de continuar creciendo y vivir un estilo de vida mejor que el se transita en las ciudades de Argentina.
Asimismo, en la cuenta del actor se armó un fuerte debate sobre lo que se considera “patriotismo” y lo que es “buscar un mejor futuro”, siendo varias las personas que anticiparon que ante a la posibilidad de cambiar de rumbo, lo harían sin pensarlo dos veces.