Nadie lo preveía, ni lo imaginaba. Un romance oculto que brotó a la luz en las últimas horas, por lo menos una presunción de química que habría brotado entre Jorge Rial y Josefina Pouso y que activó las investigaciones del mundo del espectáculo.
A partir de unas fotos tomadas en Madrid, en un bar céntrico, en las que se los percibe al creador de Intrusos y a la panelista muy cerca y con mucha complicidad, se disparó la versión de un amorío intenso que estarían experimentando los dos famosos.
Como si fuese poco, Yanina Latorre aseguró, en LAM, que la historia pasional data de varios años atrás y que incluso esos encuentros furtivos acontecían mientras Jorge y Josefina transitaban por parejas oficiales. Una información muy sensible y candente.
Ahora se suma un capítulo más en toda la trama, que le agrega nafta al fuego para encender un rumor descomunal, de dimensiones siderales en torno a Pouso. Amalia Granata volvió a ejecutar sus maniobras mediáticas fulminantes y describió un pasado intrincado de Josefina.
En el devenir del ciclo radial Polino auténtico, la diputada provincial de Santa Fe abordó el lazo entre Rial y Pouso y narró su experiencia propia con la panelista. “Yo trabajé con ella en el programa de Pettinato -precisó la panelista-, que también estaba Nacho Goano. Yo no tenía una buena relación con ella, de casualidad nos saludábamos, pero al aire éramos profesionales”, explicó.
Hasta que Amalia decidió aseverar que la morocha vivió una etapa de conexión con Roberto Pettinato. “Si yo hablo…lo qué pasa es que no quiero recibir una carta documento, pero voy a decir esto, yo era muy amiga de Nacho y antes de los programas, él me tocaba la puerta de mi camarín porque estaba incómodo en el suyo por los ruidos que escuchaba en el camarín de Pettinato”, exclamó y sorprendió con el tenor de su revelación.
