Marcos Acuña es uno de esos jugadores tan silenciosos como imprescindibles. Esas ruedas de auxilio que necesita todo equipo para marchar rumbo a destinos importantes. No va a tener el brillo de la Pulga Messi, no va a protagonizar las corridas electrizantes del Fideo Di María ni va a definir como Lautaro Martínez, pero es probable que ninguno de ellos tengan tengan su despliegue o su disciplina táctica. El también fue clave en la final contra Brasil. Durante el partido, y también después, en los festejos, por un gesto conmovedor.
En medio de la celebración por el histórico título que consiguió la Argentina en el Maracaná, Acuña, a quien todos llaman por el apodo del Huevo más que por su nombre, tuvo un gesto que llamó la atención: mientras los integrantes del plantel se pusieron una camiseta que decía "Argentina campeón de América 2021", él lució otra. Una remera blanca con una mariposa naranja que decía una sola palabra y no tenía ninguna referencia futbolera: "Luz".
Por supuesto que detrás de esa camiseta había una historia, que se conoció horas después de que el seleccionado albiceleste diera la vuelta en plena casa de Brasil, logrando una proeza inédita. Acuña inició su carrera en Neuquen, su provincia natal, y luego recaló en Ferro, donde jugó en el ascenso argentino. La oportunidad de jugar en Primera se la dio Racing, donde fue campeón y se volvió un jugador de renombre, conocido y pretendido por los grandes clubes europeos.
En Racing, El "Huevo" forjó relación amistosa con el fotógrafo Fabián Ciria, el encargado de tomar las imágenes al plantel profesional del club de Avellaneda. Hace dos meses, el profesional perdió a su hija, llamada Luz. En medio de la locura y de la alegría, mientras celebraba el mayor logro de su carrera profesional, Acuña homenajeó a la nena con su remera. No se la sacó nunca. Ni siquiera cuando se tomó fotos con los demás compañeros del equipo de Scaloni, el sorprendente entrenador que cortó la sequía de 28 años sin títulos. El último había sido Alfio "Coco" Basile en 1993.
"Que te puedo decir amigo si no paro de llorar. Si cuando te vi con esa mariposa en el pecho se me hizo un nudo en la garganta. Que en tu momento de gloria te acuerdes de mi Luchy lo dice todo. No tengo palabras para agradecerte. Te quiero mucho campeón", escribió Ciria, emocionado, en su cuenta de Instagram, visibilizando la historia que había detrás de esa remera.
Acuña respondió a la publicación con una frase simple pero llena de contenido y de cariño: "Te quiero mucho, amigo", manifestó. Acuña es nacido en Zapala, en el interior de Neuquen, una localidad donde es una especie de "héroe" y "prócer" y donde el pueblo se volcó a las calles casi por completo y desafiando las bajísimas temperaturas para celebrar la conquista de Argentina y de su "hijo pródigo". En la actualidad juega en el Sevilla de España después de haber brillado en el Sporting Lisboa, de Portugal.
