La Peña de Morfi vuelve con todo a Telefe, con la incorporación de Lizy Tagliani a la conducción y la vuelta de Diego Leuco, que durante el 2023 estuvo en el programa formando dupla con Jésica Cirio. En la previa del estreno, el periodista confesó que recibió una señal de Gerardo Rozín, a dos años de su fallecimiento.
El conductor habló de sus sensaciones de volver a la conducción del programa, junto a la humorista, en diálogo con La Nación y dio a conocer los motivos que lo llevaron a continuar al frente del ciclo.
“Tengo una conexión con el entretenimiento desde hace algunos años y este tipo de programas remarca justamente eso. La peña... tiene que ver con nuestras pasiones, la comida, la música, la familia y el compartir”, sostuvo el periodista en una entrevista compartida con Lizy.
“La identidad del programa está clara, respetaremos sus tradiciones, pero con nuestra forma de hacerlo. Yo tenía muy buena onda con Gerardo y, más de una vez, le comenté que me encantaba La peña... Mantendremos su impronta, desde su amor por el folclore hasta por que se vea abundante y rica la comida que se prepara”, contó Leuco sobre la continuidad de la impronta que le puso Rozín a La Peña.
En medio de la extensa entrevista, la humorista lo mandó al frente sobre la señal que recibió de Gerardo. “Creo en las señales y en las energías. A lo largo de mi vida me he encontrado en lugares en los que nunca soñé estar. En el caso de Diego, el otro día me contó algo que explica por qué está acá”, contó Tagliani, misteriosa y Leuco tomó la palabra.
“Si bien tuve siempre muy buen vínculo con Gerardo, nunca fuimos amigos, no éramos íntimos, no conocíamos detalles de la vida del otro”, expuso el periodista, pero reconoció que todo comenzó cuando se fue a vivir a un departamento que era de Rozín. “Esto lo remarco porque ahora vivo en un departamento que había sido de él, pero me mudé ahí sin saberlo”, explicó.
“Y, ya viviendo en esa casa, me llegó la propuesta para estar en La peña…”, lanzó y manifestó que lo tomó como un indicio que le envió Rozín: “Se puede creer más o menos, pero son señales. Tenía que ser”.