Motorizado en una introspección, en recorrer en su mente, y su corazón, las secuelas enormemente positivas que podrían surgir en su vida, el amigo de Martín Ku soltó una definición muy emotiva. Con total sinceridad, Facundo compartió con los espectadores de Gran Hermano una reflexión muy emotiva.
Todo se enrola con la disputa de un premio gordo, gigantesco e importante que disputará con la hija de Virginia: una casa. En la venidera final de la prueba del líder, el amigo del Chino se jugará la posibilidad de adjudicarse una propiedad, que regala uno de los sponsors del reality.
Con el solcito otoñal de frente, Facundo caminó el verde césped del jardín de Gran Hermano y exteriorizó sus pensamientos. “Yo no voy a tocar un peso, siento que yo no me lo merezco. No es por despreciar el premio ni nada, pero es gracias a Martín (Ku) que estoy acá”, arrancó.
Tras valorar la chance que se le abrió en su sendero de experimentar semejante escenario, como el programa de mayor audiencia del país, merced a su amistad con el Chino, Facundo aportó otra conclusión muy emotiva: “Me gustaría que, en el caso de ganarlo, dejárselo a mi mamá”.
EL AMIGO DEL CHINO CONTÓ QUÉ DESTINO LE DARÁ AL PREMIO DE GRAN HERMANO
Respecto a los motivos que lo impulsarían a regalarle el hogar a su progenitora, Facundo expresó: “Se rompió el *rto toda la vida, como todas las madres”. Y agregó: “Me gustaría cumplirle uno de los sueños que tiene mi mamá. Con el premio podría lograrlo. Si ella se lo quiere tocar, ningún problema, yo no voy a tocar un peso”.
En definitiva, el compañero de vida de Martín Ku iluminó un aspecto muy profundo de su historia, que refiere al amor incomensurable por su madre y el anhelo de devolverle algo de todo el esfuerzo que atravesó en su crianza.