Sin duda, el año más doloroso y difícil para Mariana de Melo fue el 2007. El 16 de diciembre, la modelo volvía de trabajar cuando su auto chocó de frente con una maquinaria rural, lo que provocó la muerte del conductor del vehículo y a ella la dejó con múltiples heridas.
Mariana logró salvar su vida pero se atravesó muchas operaciones, no solo por su salud sino también estéticas para poder recuperar parte de su cara y disminuir las secuelas. “Volví a nacer después del accidente. Es como que tengo una nueva vida. Pero al principio yo pensaba por qué me había pasado y no quería vivir más. Después del accidente yo no disfrutaba, vivía pero no era feliz", recordó la morocha.
En ese contexto, De Melo habló sobre los meses posteriores del accidente, las dificultades, su depresión y la aparición en su vida de, José Fortunato, a quien conoció “en un momento critico” y luego se convirtió en su espoos.
“No quería vivir más, estaba muy medicada: "empastillada", tomaba pastillas sola. No entendía por qué me salvé del accidente, por qué había quedado con vida. No me sentía feliz. Primero nos hicimos amigos y él me contó qué quería él para su vida y yo pensé "a mí también me gusta eso". Y me fui enamorando, él también y quisimos empezar a formar esta familia. Antes de conocerlo a él pensaba en quitarme la vida, no quería vivir más, estaba cansada de todo y triste", detalló.
Y agregó: "Tuve muchas operaciones, luché mucho con mi brazo, mi cadera. También la parte estética me preocupaba, había quedado sin una oreja, con la cara toda cortada, llena de cicatrices”, expresó.
Luego, brindó detalles de la transición que pasó luego del accidente, en donde su cuerpo se vio afectado. “Antes, trabajaba como modelo y actriz y estaba siempre bien. De repente mirarme al espejo y verme de esa manera era duro. Y me preguntaba "¿por qué estoy acá si no soy feliz?", no me encontraba”, admitió.
Su marido y su familia
“Y entonces pude salir gracias a Dios. Conocí a mi marido que me cambió, me dio fuerzas y me hizo ver que era lindo estar con vida y disfrutar. Y desde ese entonces mi vida cambio y soy feliz. Lo único que puedo decirte es que soy feliz, no puedo decirte otra palabra porque realmente es lo único que puedo decir. No hay otra cosa en mí. No hay nada malo. Encima tengo dos hijas, aunque me habían dicho que no iba a poder. Así que más no le puedo pedir a la vida”, cerró Mariana de Melo.
Luego de muchos intentos y pérdidas de embarazo, la mediática logró formar su familia con Jose, y fruto de su relación tuvieron a sus dos hijas, Lupe y Zoe.