Uno de los momentos más horribles que le ocurrieron a Vero Lozano en su vida fue seguramente la caída de la aerosilla, donde terminó lesionada y mantuvo preocupada a su familia y todos sus seguidores, por suerte no fue nada grave y ya se encuentra en recuperación.
La conductora luego de lo que ocurrió, fue contenida por su marido y su nena, donde gracias al amor que le brindaron, se siente cada día mejor y el susto se disipa cada vez más. Justamente con su hija, Antonia, algo no tan bueno salió de este accidente.
Para poner en contexto de su situación, Vero explicó: “El doctor me contó que me ve el miércoles y el jueves me operan. Sé que el proceso es largo. Va a durar 4 horas y es boca abajo. Te hacen como una L en el pie y te meten clavos y placas".
"Si Dios quiere, a la semana de operada puedo estar volviendo a Buenos Aires, pero van a ir viendo cómo voy evolucionando como paciente. Soy extremadamente ansiosa y con los doctores no está estandarizada la recuperación, es de acuerdo a cada uno”, añadió la psicóloga.
“Le dije a la doctora que por favor necesitaba ver a mi hija. Hablaron entre ellos y finalmente pudo entrar. Le dije que estaba bien, le conté lo que había pasado… Ella muy amorosa y comprensiva me dijo: ‘Tenía mucho susto porque no sabía si te habías muerto o qué’", señaló Vero sobre como vivió su hija el accidente.
Para cerrar, la periodista detalló como fue su reacción ante semejante frase: "Ahí nos besamos porque no se podía quedar conmigo en el hospital, me dio su pulserita y ahí me subieron a una habitación”.