Hablaban de Madonna y todos, en general, hacían bromas. Desde Ronen Swarc en Nueva York, que recorría el barrio donde vive la estrella de la música mundial, hasta Angel de Brito y sus angelitas, que seguían la cobertura desde Buenos Aires. Pero pasaron dos cosas inesperadas: el móvil con Estados Unidos se cortó, y Andrea Taboada sorprendió a todos sus compañeros al confesar una situación de angustia y romper en llanto en pleno programa.
Fue todo tan inesperado que algunas de las Angelitas, como Pía Shaw, creyeron que Taboada estaba bromeando. Cuando ella aclaró que era cierto y que estaba mal en serio, todos abandonaron los chistes y el estudio se transformó en una especie de "divan gigantesco" donde la periodista se analizó en vivo con sus compañeros, y terminó llorando.
Angel de Brito le había "cortado el micrófono" a Taboada por algo que dijo unos segundos antes. La periodista insistió con hablar, y fue allí que Pía Shaw tradujo sus gestos: "Dice que está mal psicológicamente". De inmediato, De Brito le preguntó si eso era real o estaba haciendo un chiste, y cuando Taboada le contó que se sentía mal de verdad le habilitó el micrófono de nuevo. Allí sucedió todo.
Todo me hace mal, todo lo que veo, todo lo que leo, cualquier información, o cosas que me pasan por la calle. Me agarran sensaciones de angustia que antes del covid no había sentido nunca".
"No sé si es la pandemia o que me dejó mal el covid, pero tengo una sensación adentro que me cuesta explicar. No quiero hacer terapia acá, en el programa, pero algo me pasa, no estoy bien, y seguramente necesitaré volver al psiconanalisis", arrancó Taboada para dejar perplejos tanto al conductor como al resto de las Angelitas.
Incluso, Mariana Brey le pidió a Pía Shaw que dejara de bromear con la cuestión porque venía muy en serio, no como otros temas que tratan al aire: "Yo no me reiría porque lo hablé con Andrea y se siente mal de verdad", le dijo con cara de pocos amigos.
Fue entonces cuando Taboada no pudo contener las lágrimas, que le brotaron en ese mismo momento. Compungida, Andrea alcanzó a agregar que "todo me hace mal, todo lo que veo, todo lo que leo, cualquier información, o cosas que me pasan por la calle. Por ejemplo, vi a mi cuñado y no lo podía creer de lo grande que está, y me agarró una sensación de angustia que antes de tener covid no había sentido nunca".
"No quiero hacer un show" repitió la periodista, pero aún así confesó que "Es algo de bajón, una sensación de angustia, no lo puedo descrbir bien, pero me pongo mal con cualquier cosa".
"Siento que no soy la Andrea de siempre, que me falta chispa, empuje. ¡Es una sensación tan extraña! El encierro, la crisis económica, no ver a la familia ni a los amigas. Pasarla sola no es fácil" terminó Taboada mientras intentaba secarse las lágrimas con las manos.