Se encendió la mecha de la bomba, otra vez explotó por los aires el escándalo, la polémica, los cuestionamientos y las versiones cruzadas del Wandagate. El caso que paralizó al país, y varios países del mundo, regresó con furia a la opinión pública.
Aunque parezca mentira, las secuelas de la infidelidad de Mauro Icardi a Wanda Nara con ese encuentro clandestino, y desleal, con la China Suárez en una habitación oscura de un hotel de lujo de París se reactivó y disparó esquirlas por todas las direcciones.
María Eugenia le volvió a escribir al delantero, se contactó por el WhatsApp para intentar coordinar otro momento de pasión, dado que viajará a Europa en breve. Claro que no se percató que el futbolista le enviaría esa captura a su esposa.
Todo esto activó las investigaciones y la germinación de cientos de datos alrededor de este triángulo. Y en esa línea se divulgó que Mauro acudió a una maniobra desesperada para conseguir el perdón de su esposa. Una movida que incluye millones y millones de dólares.
En Socios del espectáculo, Luli Fernández se arrojó a revelar un misterio tremendo: “Una de las cosas que yo ayer charlaba con Wanda, después de todo este caos y de todo lo que se habló y del Wandagate, Mauro realmente no ha sabido cómo pedir perdón".
Hasta que la panelista describió la extraña decisión de Icardi para lograr la exculpación de su mujer: "Al punto de que ellos hicieron una división de bienes, ellos repartieron bienes, y él le dijo 'yo te doy todo'. Y efectivamente, hoy Wanda tiene el patrimonio total de la familia. Después de eso, si Mauro hubiera querido continuar un vínculo con la China lo hubiera podido hacer, ¿entendés?".