"De los cuernos y de la muerte no se salva nadie". Lo dice el saber popular y lo confirma la vida a cada instante. Lo sufre la gente común y también los famosos, cómo que no. En una picante y explosiva visita que hizo a Mañanísima, el programa de Carmen Barbieri, la sabrosa panameña Kate Rodríguez refrendó la teoría contando su propia y triste experiencia en la materia.
Kate llegó a la Argentina para participar del cuerpo de bailarinas de Marcelo Tinelli, donde se destacó rápidamente del resto por una serie de "señas particulares" que la distinguieron enseguida: su talento para mover el cuerpo, su inconfundible tonada caribeña, y una sensualidad a flor de piel que traspasaba la pantalla apenas salía a escena. Pero cuando su carrera empezaba a despuntar, decidió probar suerte en los Estados Unidos.
Al regresar, en medio de la pandemia, primero enganchó laburo con Guido Kaczka y luego entró al Hotel de los famosos, donde no duró mucho pero dejó su huella. Invitada para hablar de eso, la charla derivó en sus cuestiones personales y el tema fue ganando el interés tanto de los entrevistadores como de los televidentes, que "reventaron" de mensajes el chat del programa.
Todo sucedió cuando Kate contó qué tipo de hombres le gustan. "Pues miren, a mi no me gustan los chicos lindos. El lindo, el pintón, el fachero, el que tiene la cara bien bonita, pues ese no tuvo que aprenderse ningún otro recurso para conocer ni para seducir mujeres. Entonces, a la larga no te sirve para nada. En cambio el que no es tan gracioso sí tuvo que desarrollar otros atributos, y seguro que te vas a reir, te vas a divertir, vas a bailar, la vas a pasar bien sabroso", describió.
"Mis amigas me dicen que "soy bagallera", que nunca entiendo bien qué quiere decir. Algo así como que tengo mal gusto. Y bueno, no tendrá la cara más bonita pero seguro que te la pasas bien, que eso es lo importante", agregó Pero cuando le pidieron que muestre una foto de su actual novio, se negó. "Pues no, porque una vez mostré, dije "es mi novio", ahí empezaron a llegarle los mensajes... ¡Y me lo volaron! Que sí, que si algo he recibido yo en esta vida es... ¡cacho!... Duro y parejo mis queridos". En el norte de sudamerica y en centroamerica, de donde es ella, "cacho" es lo que acá llamamos "cuernos".
Luego, siguió recorriendo su pasado y lo fue mezclando con su presente. "Yo nunca he agarrado de los pelos a una como hizo Pampita, pero por este que tengo ahora sí lo haría. Porque ahora sí estoy con uno que me parece lindo. Pero más de una vez he cruzado a alguna que le dije "se te ha perdido uno igual al mío que lo miras tanto y así", sí, que eso lo he hecho. Pero si el mío es el que está buscón o regalado, pues entonces le digo "usted está bien feo y le doy bolilla yo que no se la da ni su madre, así que si me va a poner los cuernos se me va" y para afuera de inmediato". Por último, reafirmó que todas están expuestas a un engaño. "Hasta las lindas, y esas peor, porque nadie sospecha que lo harán". ¡Azucar!