Con solo citar el lugar de procedencia bastó para que los hinchas de Boca se ilusionaran con su llegada. En la Argentina se considera al fútbol europeo una liga más competitiva que la de nuestro país, pero no siempre los jugadores que regresan desde el viejo continente llegan en su mejor forma. En el caso de Eduardo Salvio habría que separar los tantos.
Al margen de las lesiones que lo aquejaron desde que su desembarco en el conjunto Xeneize, procedente del Benfica, lo cierto es que con lo poco que jugó alcanzó para comprobar que sus condiciones están por encima del resto mayoritario. Ahora bien, ¿por qué no termina de recuperarse físicamente? Aunque parezca, en el verde césped, el rendimiento de un futbolista depende, en gran parte, de su estado de ánimo.
Y Toto no la está pasando bien en el plano personal. El jugador acaba de confirmar que su mamá se encuentra atravesando un delicado momento de salud: “La mayoría no sabe, mi mamá está enferma. Tanto para mi familia, para mis hermanos, para mi papá y para mí es una etapa bastante triste, dura. Pero me toca estar al lado de ella, apoyarla, dándole mucho ánimo para que ella sea fuerte”, confesó el mediocampista surgido de Lanús.
Posteriormente, Salvio profundizó sobre la situación de Tota, como la conocen a su madre en el barrio donde se crió: “Tiene cáncer, pero sé que va a salir adelante, así va a ser. Le damos todo el apoyo del mundo y el amor que necesita en estos meses de tratamiento”.
Por más de que se trate de algo imprevisible, en el fútbol también “todo tiene una explicación”. Muchas veces lejana al campo de juego y más vinculada a lo emocional, el gran motor de los que salen cada domingo a la cancha.
Esta es una de las tantas anécdotas que pintan de cuerpo entero a la mamá del jugador de Boca. ¡Qué se recupere pronto!