Esa catarata de presunciones, de elucubraciones, se transformó en un tsunami arrollador que derivó en la concreción de un hecho. Esa oleada de rumores sobre el bienestar roto del matrimonio de Jorge Rial y Romina Pereiro se corporizó en una confirmación con fuerza.
Durante semanas, los medios enumeraron una serie enorme de indicios, y de fuentes cercanas, que orientaban al conductor en un distanciamiento profundo de su esposa, que avizoraban un desenlace triste y oscuro de ese amor que los imantó en 2017.
Todo explotó por los aires en las últimas horas, dado que Ángel de Brito utilizó la nueva cuenta de LAM para anunciar la separación definitiva. “Rial y Pereiro confirmarán su divorcio en breve. Ya está todo acordado (lo legal). El se mudó a Palermo, ella sigue en la casa de Belgrano”, posteó.
En ese interín, apareció la voz de Estelita Muñoz, la exmujer de Luis Ventura que conoció íntimamente a Rial durante décadas, para tirar más leña al fuego y posicionar a otra persona en la ruptura, Loly Antoniale. “Pero aparte, yo hace poco te dije que la Niña Loly estaba en Córdoba, fue primicia nuestra. ¿Adónde fue Jorge hace poco? A Córdoba. Es lo que yo digo: que la Niña Loly es el gran amor de su vida", sostuvo.
De ese modo se incrustó en el panorama a la modelo, que se encuentra en Argentina hace unas semanas con el objetivo de presenciar el nacimiento de un sobrino. Entonces se viralizaron las teorías de un nuevo flechazo de Rial con Antoniale.
Atento a la magnitud del ruido mediático, Rial decidió salir a la palestra pública y subió un mensaje imperativo en su cuenta de Twitter, con el que procuró desmentir una crisis con Pereiro y sobre todo se refirió a la posibilidad de un reencuentro amoroso con la Niña Loly.
“Agradezco la preocupación y las especulaciones periodísticas. No se sigan tirando tiros en los pies, ni revuelvan pasados muy pisados. Con dejar a la familia en paz alcanza y sobra”, posteó el ex conductor de Intrusos. Esa elección del término pasado permitió leer entre líneas que se refería a Loly.
