Todo lo que hace Lionel Messi emociona, dentro y fuera de la cancha. Leo es un crack de otro planeta y nunca deja de mostrar su sensibilidad, fibra que se potencia en los momentos clave, como lo fue el partido contra Australia que firmó el avance del seleccionado argentino a cuartos de final.
Messi tendrá el aguante más grande del mundo y será venerado hasta en Bangladesh, pero hay tres personitas que lo pueden: sus hijos Thiago, Mateo y Ciro, que como fans de la Scaloneta por supuesto lo alientan desde el minuto uno en el Mundial de Qatar.
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Ya recuperado del partido de octavos, el rosarino contó en la conferencia de prensa lo que le pasa al saber que en la tribuna están Antonela Roccuzzo y sus chicos. "¿Qué se siente vivir este Mundial con tu familia? Cuando suena el pitido final, ¿se te pasan ellos por la cabeza?", le preguntaron.
"Sí, desde el principio hasta el final siempre están presentes ellos. Mis hijos, sobre todo. Ellos ya son grandes, entienden, lo sufren y lo disfrutan. El resto de la familia ya estuvo en otras ocasiones, como en otros mundiales, en la Copa América”, dijo el Diez.
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"Thiago, que es el más grande, también estuvo, pero no era consciente de todo lo que significa estar en un Mundial, lo que nos jugábamos en cada partido", avanzó la Pulga que fue la llave para destrabar el partido contra los Socceroos.
Y cerró: "Hoy verlo a Thiago desde adentro, cómo lo siente, cómo lo vive, cómo lo sufre, es algo espectacular. Está ilusionado, feliz, como todos los argentinos. Para mí, es algo muy emocionante poder disfrutarlo con ellos, como siempre".
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